Nerea Camacho es una joven promesa. Con sólo once años ha protagonizado Camino, una de las películas favoritas a los Premios Goya de este año. Nacida en El Ejido (Almería) supo desde pequeña que quería actuar, y convenció a sus padres de que comenzara a aprender en una escuela de interpretación. Javier Fesser, director de la película, la conoció a través de una agencia, y durante el rodaje puso todos los medios a su disposición para que se sintiera como en casa, incluyendo una profesora particular.

¿Cómo te sientes con esta nominación?

No tengo palabras para explicar cómo me siento. Estoy muy contenta, la verdad.

¿Te lo esperabas?

Cuando Javier Fesser me llamó para decirme que estaba nominada fue como un sueño hecho realidad. Sólo con el hecho de estar nominada ya me conformo.

¿Has buscado ya vestido para la gala?

Estoy buscándolo pero aún no me he decidido.. ¡es que me gustan tantos!

¿Es difícil estar compitiendo con otras actrices adultas?

Bueno, yo quiero ganar pero está muy complicado. Es muy difícil pero siempre hay que tener esperanzas.

¿Cómo te has sentido al encarnar una historia tan triste?

Bueno, la verdad es que me tenía que meter mucho en el papel, pero no ha sido tan difícil.

¿Te ha dado pena?

Sí, me ha dado pena y he llorado mucho. Cuando terminaba el rodaje me quedé un poco apagada, pero después volví a ser Nerea.

¿Cómo te viste en el primer pase de la película?

En ese momento estaba muy nerviosa, porque había mucha gente que quería conocerme pero para mí como es todo nuevo, es una experiencia inolvidable.

¿Sabías que Camino está entre las películas preferidas de estos Goya?

Sí, la verdad es que he escuchado críticas muy buenas.

¿Y qué película crees tú que va a ganar?

Hombre, yo quiero que ganer Camino pero lo tenemos difícil con Los girasoles ciegos. Pero vamos a ver si podemos conseguir algo.