Parecían hechos el uno para el otro, pero el tiempo ha puesto en su sitio al turbulento y comentado matrimonio entre la cantante Amy Winehouse y su marido, Blake Fielder-Civil, recién salido de la cárcel.

Al parecer, Civil ha pedido ya los papeles del divorcio a Amy, alegando que ésta le ha dejado por otro hombre, con el que se la vio durante su reciente viaje por Santa Lucía, en el Caribe.

El Daily Mail afirma que Blake ya dispone de abogado, Henri Bradman, quien va a intentar conseguir unos 5 millones de libras esterlinas (unos 5 millones y medio de euros) para su cliente, la mitad de la fortuna que ostenta la cantante.

Esta decisión por parte del ex-presidiario se une con las recientes declaraciones de Amy Winehouse, quien afirma que está “alejada de las drogas y nuevamente enamorada”. La estrella incluso llegó a decir “haber olvidado por completo estar casada con Blake”, afirmando que todo el matrimonio se basó en el consumo conjunto de drogas.

Winehouse fue fotografiada recientemente durante sus relajantes vacaciones en el paraíso natural de Santa Lucía, muy cariñosa con su nueva pareja, un joven de 21 años llamado Josh Bowman. Amy ha declarado que se siente “muy feliz con él”, y que la estancia en Santa Lucía podría alargarse. “Me siento muy bien aquí, sobre todo desde que es el lugar donde he conocido a Josh. He dejado completamente las drogas y me sentía horrorizada por las fotos mías que vi en los periódicos. Estaba deprimida y acabada, y ahora he renacido”.

Amy y Blake se casaron en mayo de 2007, en una improvisada ceremonia en Florida, cosa que no agradó mucho a los padres de la cantante, Mitch y Janis, que nunca vieron a Civil como una persona adecuada para su hija.

La posterior detención de Blake, por agresión y obstrucción a la justicia, sumió a la cantante en una profunda depresión, que agravó sus adicciones y problemas personales.

Parece que por fin en el firmamento de Amy Winehouse parece haber algo de luz.