Los mensajes... en la solapa

Clásicas o caseras. Punkies, divertidas o publicitarias. Las chapas pegarán fuerte este otoño.
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El otoño está a la vuelta de la esquina. Con su llegada sacaremos las cazadoras del armario y, junto a ellas, las inevitables chapas empezarán a ver la luz. Este popular objeto está más de moda que nunca. De los mercadillos o badulaques de segunda mano han dado el gran salto a los escaparates de las tiendas más modernas y a las páginas especializadas de Internet. Y algo especial deberán de tener cuando hasta el mismísimo Museo Británico les dedicó hace un año una retrospectiva.

Un adorno con años

Las primeras chapas se fabricaron en el siglo xii, en Roma. Tenían impresas las efigies de San Pedro y San Pablo. Las llevaban los peregrinos para demostrar su devoción. Desde entonces, millones de ellas han circulado por el mundo como una necesidad del ser humano de identificarse y expresar su identidad.

Su trayectoria no se cortó allí. Florecieron con especial virulencia en el flower-power de los setenta y en la explosión punk de los ochenta, donde se convirtieron en auténticas protagonistas de una época.

Arte y moda

Una chapa es básicamente un mensaje. También un soporte artístico. O un complemento de moda. Lo que transmite puede ser directo o subjetivo, serio o cachondo. Todo vale. De hecho, con la popularización de las máquinas chaperas –con perdón–, uno mismo puede plasmar cualquier inquietud.

Los formatos son varios, aunque el redondo sigue ganando al incipiente modelo cuadrado, denostado por los más puretas. Y aunque sirven para distinguir, también unen. Si se juntan en un bar un hippie, un heavy y un moderno, su único rasgo común que tendrán es que todos llevan chapas.

El top 10 de las chapas

Cada uno tendrá su preferida, pero algunas ya han traspasado el umbral de icono popular, desde el símbolo de la paz, hasta el ying-yang, pasando por el sol antinuclear, la cara del Che, la A anarquista, el triángulo gay, la leyenda de «yo ya perdí peso, pregúnteme cómo»... Pero, sobre todos ellos, destaca el famoso Smiley, que nació en la década de los sesenta como mensaje religioso de buen rollito («¡sonríe, Jesús te ama!»), que terminó muriendo de éxtasis durante el verano de 1988, cuando se convirtió en el símbolo de la escena acid-house más extrema. Partiendo de la base de que es imposible catalogar todos los tipos de chapas, éste es nuestro top 10:

1 Musicales: Mi rollo es el rock. Los labios diseñados por Andy Warhol y que los Rolling Stones, sus Satánicas Majestades, han usado como emblema son uno de los iconos más llevados.

2 personalidades: El ídolo en el corazón. Marilyn Monroe, Bob Dylan, Andy Warhol... Son algunos de los rostros que puedes lucir en tu chaqueta. Y si tienes la autoestima alta, lleva tu propia cara.

3 con eslogan: 100% Ángel, Legalise Cannabis. La chapa tiene el formato perfecto para la reivindicación, y por eso se utiliza en todo tipo de concentraciones y manifestaciones.

4 cachondas: Humor de pechera. En competencia directa con las camisetas con mensaje, las chapas graciosas son lo más in de la temporada: «NO quiero dejar de fumar» es una de las más solicitadas.

5 políticas: A las barricadas. En tiempos de síntesis podemos reducir El Capital a dos centímetros cuadrados: CCCP sobre fondo rojo. Risas garantizadas.

6 tribus: No quiero ser como tú. El monopolio de las chapas ya no es de los heavies: Pop will make us free (El pop nos hará libres), es el emblema que lucen los seguidores de Astrud.

7 clásicas: Por encima de las modas. Si escuchas a los Rolling y lees a Jack Kerouac, lo tuyo no es fluir, sino permanecer. Para los  más clásicos.

8 mensajes directos: Todo lo que se puede decir con palabras.  Son esquemáticas y, por ello, a veces inducen a confusión: ¿quién es esa Melissa? Para los que no lo sepan, se trata de un virus.

9 publicitarias: Porque yo lo quiero. Del hombre anuncio pasivo,     a la interactiva: «Mi otra camisa es Ralph Lauren», abarcan todo lo que la economía de mercado es capaz de producir.

10 inmortales: Para todas las ocasiones. Reconocibles en cualquier latitud. Son el bobalicón hombre de tremenda sonrisa o el símbolo pacifista.

Haz tus propios modelos

Si quieres ir a la última y ser original, no hay nada como fabricarte tus propias chapas en casa. Necesitarás una máquina, una impresora, unos recambios y sobre todo un buen diseño.

1. Dibuja un bonito diseño, ajustado a las medidas de la chapa.

2. Cópialo varias veces e imprímelo en un papel de color.

3. Recorta una circunferencia de un tamaño ligeramente superior a la chapa.

4. Introduce el dibujo, la chapa y la tapa en una prensa (se puede adquirir por 65 euros) y…

5. Ya tienes tu pin personalizado.

En www.haztuschapas.com encontrarás todos los aparatos, accesorios y recambios para hacer tus propios modelos.

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