Al acabar 2008, el número de parados en España ascendía a 3.128.963, lo que supone 999.416 desempleados más (el 46,93%) que un año antes. Se trata de unas cifras tan negativas que hablan por sí solas y así lo han reflejado tanto el Gobierno, que pide paciencia para que las medidas puestas en marcha empiecen a cuajar, como la oposición, que ha exigido al Ejecutivo central más medias que paren "la sangría de pérdidas de puestos de trabajo".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, augura un 2009 "duro y difícil" y confía en que a partir de marzo pueda comenzar a "recuperarse el empleo", gracias al "importante" volumen de inversión pública. Así lo ha asegurado Zapatero en su comparecencia ante los medios de comunicación junto con el presidente palestino, Mahmud Abás, con el que se ha reunido para analizar la evolución del conflicto de Gaza.

El jefe del Ejecutivo señaló que el impacto de los 33.000 millones de euros de inversión movilizados por el Gobierno "debe producir un impacto favorable en el desempleo", con lo que confió en que se puedan ver "cifras menos preocupantes".

Por otro lado, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha asegurado que "el Gobierno va a estar muy vigilante" sobre el sistema financiero y las entidades bancarias para que las líneas de crédito destinadas a estimular la actividad de compra "lleguen con rapidez" a las familias y a las empresas.

En declaraciones a Antena 3, Blanco se ha referido así al dato del paro y ha considerado que las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo "tienen sus tiempos" y en ocasiones estos son "demasiado lentos", por lo que ha justificado que "todavía el crédito no está llegando con la intensidad que tenía que llegar a las familias y a las empresas".

"Una sangría"

Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha afirmado que si las ayudas destinadas a los bancos no llegan a las pymes, a los empresarios autónomos y a las familias, habrá que cancelar las concesiones y suspender la operación. En declaraciones a TVE, De Cospedal explicó que "el decreto ley en el Congreso tenía un objetivo claro, que las medidas extraordinarias se aprobaban para que los bancos tuvieran crédito y no estuvieran en desventaja con otros bancos europeos, y para que llegaran a las familias y las empresas. Así que, si no lo hacen, habrá que paralizar la operación".

La secretaria general del PP ha alertado sobre la situación a la que se ven abocados muchos empresarios, que "materialmente no pueden sobrevivir" y están forzados a cerrar su negocio y a destruir empleo. En este sentido, ha destacado que hay 840.000 personas que ya no cotizan en la Seguridad Social. Por tanto, la primera medida para superar la crisis ha de orientarse hacia estas empresas, que son las que generan empleo.

Respecto al aumento del paro, De Cospedal, tras indicar que en los países del entorno europeo el desempleo no crece en tales dimensiones, incluso desciende en algunos casos, ha pedido al Gobierno "valentía y coraje" para poner en marcha medidas que paren "la sangría de pérdidas de puestos de trabajo".

Más inversión

Comisiones Obreras también ha indicado que los malos datos del paro continuarán en el futuro más próximo y considera fundamental la "inversión en la mejora de los Servicios Públicos de Empleo, garantizando la protección social de los desempleados y mejorando la calidad en el servicio, tanto para gestionar de forma rápida las prestaciones, como para proporcionar a los desempleados programas de formación y/o empleo".

Mientras, UGT ha demandado al Gobierno que con carácter urgente adecúe el tratamiento fiscal de las prestaciones derivadas de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y se reanuden los trabajos del Diálogo Social para mejorar la protección por desempleo de los trabajadores afectados por estos despidos colectivos.