El Ajuntament de Barcelona inició el pasado julio una campaña para retirar los símbolos franquistas de las fachadas. Las solicitudes, con el beneplácito de la comunidad de vecinos, debían ser presentadas antes de que finalizara el año.

Una vez pasado el plazo de entrega, y visto que únicamente 227 edificios han presentado su solicitud, el Ajuntament ha aplazado la fecha límite hasta el 31 de marzo. El motivo, según fuentes municipales, es el hecho de que algunas comunidades de vecinos celebran su reunión anual a principios de año. La intención de la moratoria, puntualizan las mismas fuentes, es «racionalizar costes y sacar todas las placas de golpe».

Los vecinos que no den su consentimiento en este plazo, deberán retirar los símbolos fascistas igualmente, pero pagando ellos los costes. Así está establecido por ley, y el Ajuntament de Barcelona ya ha advertido que la hará cumplir.

En el caso de que la fachada sea restaurada mediante subvención, las placas son retiradas «de oficio». Durante el año 2008, una decena de edificios ya se beneficiaron de esta opción.

Pese a que el plazo de recepción de solicitudes de retirada se ha prolongado, el calendario de retirada se mantiene fijado en el segundo semestre de 2009. Este año también se retirará uno de los últimos grandes símbolos del franquismo en Barcelona, la estatua de Primo de Rivera en la Avinguda Sarrià con Josep Tarradellas.