Tras meses de silencio, Pascal Henry, el comensal que se fue sin pagar de El Bulli, ha hablado. Todo ocurrió el 12 de junio pasado. Entonces nos enteramos de que este suizo de 46 años, de oficio mensajero, se había propuesto cenar en los 68 restaurantes del mundo que son reconocidos con tres estrellas Michelín.

Sin embargo, esa gira gastronómica se vio truncada cuando se denunció que tras cenar en El Bulli, el restaurante que Ferrán Adriá tiene en Girona, el gourmet había desaparecido sin dejar rastro... y sin pagar.

Entonces la Guardia Civil puso en marcha un operativo y se rastrearon las calas y playas cercanas al restaurante, por si hubiera ocurrido un accidente. la prensa de medio mundo se hizo eco de la noticia y la expectación que se creó sorprendió a todos. Tuvieron que pasar tres meses hasta que la Interpol informó a la policía española de que Pascal Henry había sacado dinero en un cajero de Ginebra.

Ahora el suizo ha roto su silencio en una entrevista concedida al diario de Lausana Le Matin. Pascal Henry ha asegurado al diario que ese tiempo estuvo "vagando entre Francia y Suiza". El comensal dice que no supo nada del revuelo que se había montado entorno suyo. De hecho, dice que lo ha descubierto hace poco por internet.

Al gourmet le cuesta confesar porqué desapareció del El Bulli. Según explica él mismo nunca quiso hacer de su "ruta 68" algo público, "quería mantenerlo en el ámbito privado" explica. "Desde pequeño me ha gustado mucho la gastronomía" asegura, "cuando era joven quería ser cocinero".

Sin embargo, la cosa empezó con altos vuelos. El primer restaurante elegido por el suizo fue el de Paul Bocuse, uno de los cocineros más prestigiosos del mundo, y al conocer los planes del viajero, se implicó, "mandando faxes a los restaurantes a los que iba para avisar de mi llegada" lo que hizo que le recibieran "mejor que a la Reina de Inglaterra". Después de pasar por Francia, Bélgica y los Países Bajos, llegó a España, cuando la atención mediática empezaba a "hacerse pesada".

La desaparición

En El Bulli, un periodista que se encontraba en la sala abordó a Pascal para preguntarle por su aventura. Con la excusa de ir a por su tarjeta de visita, el comensal abandonó el local, y entonces es cuando todo se volvió "nebuloso". Asegura que nunca tuvo intención de seguir su gira (que debía llevarle al restaurante de Martin Berasategui) y que la confusión se adueñó del él. Reconoce incluso haber tenido ideas suicidas.

Ahora, Pascal se encuentra sin dinero. Su gira y sus vagabundeos han hecho mella en sus ahorros y está "buscando trabajo" y sin saber si algún día retomará su "gira 68". Mientras, deja caer en la entrevista que sería su sueño "poder trabajar en este universo fascinante que constituye la galaxia gastronómica".