El presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) del Ayuntamiento de Córdoba, Andrés Ocaña, ha firmado hoy los permisos pertinentes para la celebración de fiestas-cotillones de fin de año en cuatro recintos, el Club Hípico, el Hotel Córdoba Center, la Hacienda de La Albaida el Club Figueroa y Hotel los Abetos, que se suman a la ya autorizada del Hotel Las Adelfas.

De esta forma, según informó la GMU en un comunicado, son ya cinco las celebraciones de estas características que cuentan con los permisos correspondientes, tras la aceptación de la petición presentada por el citado Hotel Las Adelfas, que fue autorizada el pasado viernes para un aforo de 310 plazas.

De los permisos aprobados ayer, el correspondiente al Club Hípico limita el aforo a 900 plazas, el del Hotel Córdoba Center a 414 plazas, el del Club Figueroa a 831 plazas, mientras que el Hotel Los Abetos tiene una capacidad autorizada para 478 plazas. En la mañana de hoy ha sido autorizado el de la Hacienda de la Albaida, con 1.269 plazas.

Consejos de Facua

Por otro lado y a través de un comunicado, la organización de consumidores Facua-Córdoba recomendó hoy a las personas que acudan a fiestas de fin de año que no entreguen nunca su entrada completa al entrar a la fiesta, ya que luego no tendrá prueba de haber sido usuario, en caso de que quiera presentar alguna reclamación o denuncia.

Por ello, el cliente debe pedir que le rompan la entrada en dos, quedándose con la mitad, lo que le servirá para, si fuera necesario, hacer una reclamación, a la vez que evitará la reutilización de la entrada por otra persona, pues son varios los locales, con autorización y sin ella para la celebración de cotillones, que venden más entradas que las que corresponden a su aforo.

A este respecto, Facua pidió a la GMU y al Area de Seguridad del Ayuntamiento de Córdoba que "se controle por parte de los inspectores correspondientes" el cumplimiento de la normativa en los locales donde se celebren fiestas de fin de año, en los que, además, "al dejar el abrigo, el consumidor debe quedarse como mínimo con un comprobante".

De hecho, las denuncias más comunes presentadas posteriormente por los consumidores de cotillones son la pérdida del abrigo, por dejarlo en guardarropas sin vigilancia, el aforo desproporcionado y la falta de bebida y comida en proporción al número de entradas vendidas.

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