Víctor Ullate, director de la Escuela de 'Fama': "No soy ninguna mosquita muerta"

  • El bailarín y director de la Escuela de 'Fama, a bailar!' se sincera ante 20 Minutos.
  • Asegura no tener favoritos entre los concursantes pero advierte que las chicas tienen más nivel que los chicos.
  • Al contrario de lo que parece, cuando tiene que regañar, se pone muy serio y es que tiene mucho carácter.
Victor Ullate, director de la Escuela de 'Fama' y prestigioso bailarín.
Victor Ullate, director de la Escuela de 'Fama' y prestigioso bailarín.
CUATRO
Victor Ullate, director de la Escuela de 'Fama' y prestigioso bailarín.

Actor y bailarín, Víctor Ullate Roche lleva el arte en las venas. Su padre es el conocido Víctor Ullate, que ha dado nombre a la prestigiosa compañía de danza, y su madre, Carmen Roche, otro portento del baile en cuya escuela él se formó. Cats, West side Story, Grease y La Bella y la Bestia son sólo algunos de sus trabajos sobre tablas. En la televisión pudimos verle en series como Ay señor, señor, Carmen y familia, Pon un hombre en tu vida, y en películas com Km. 0, pero donde su popularidad se ha disparado es el programa de Cuatro Fama, a bailar!, donde pone su experiencia y conocimientos al servicios de jóvenes concursantes que aspiran a ser bailarines. Este es el segundo año que dirige la Escuela.

¿Cómo ve a los alumnos de esta segunda edición?

Los veo con ilusión, con ganas de aprender. Veo que las chicas tienen más nivel que los chicos, a los chicos hay que estar más detrás de ellos. Los chicos no tienen tanta conciencia de trabajo como las chicas, que tienen más base clásica y tienen una disciplina más férrea para enfrentarse al trabajo.  A ellos hay que enseñarles. No quiere decir que no vea posibilidades entre los chicos, también tienen talento y tienen buenos físicos pero las chicas están preparadas.

¿Tiene algún favorito?

Hay gente que baila mejor que otra pero aún es pronto para tener favoritos. No me voy a mojar (risas). Aunque unos bailen mejor que otro, yo soy una persona que le da una oportunidad a todo el mundo. Si una persona veo que una semana se lo está currando, que está luchando por superarse, yo me vuelco con ella. Si me lo dan todo, lo les doy todo. Evaluamos todo: desde el esfuerzo, las ganas, la ilusión, la interpretación... Muchas veces, cuando hay carencias técnicas lo suplen con la interpretación que es una manera de llamar la atención.

Si me lo dan todo, lo les doy todo"

El ritmo de aprendizaje parece demasiado duro...

Fama es una escuela integral. Cuando yo era estudiante, en la escuela teníamos un ritmo muy duro. Sí, es cierto que es duro, pero también les estamos dando muchas herramientas, tienen la oportunidad de trabajar con varios coreógrafos y ver la fórmula que utiliza cada uno, así que en ese sentido lo tienen más fácil. Pero evidentemente Fama es duro.

Cuando se les ve agobiados o saturados ¿es porque realmente se les exige mucho?

Sí, exactamente. Cuando eres estudiante de baile pasas por muchas etapas: sufres frustraciones, bloqueos... Eso es algo natural en nuestra profesión.

¿Por qué lloran tanto los alumnos de Fama? ¿Sois tan duros o ellos son demasiado blandos?

Hay de todos, conforme vas adquiriendo el conocimiento vas haciéndote más seguro hay mucha gente que se está enfrentando a todo esto de nuevas, estás en contacto con tus sentimientos, es normal que lloren: es la presión, es enfrentarte a tus miedos, es duro. Nadie ha dicho que el baile sea fácil.

Quizás son demasiado jovencitos...

No, no te creas que son tan jovencitos. En la danza se empieza a partir de los seis u ocho años. Estos chavales ya son hombres y mujeres.

¿No cree que el Tribunal de Convivencia es un poco cruel?

Creo que el Tribunal de Convivencia viene muy bien para conocerse unos a otros y para decirse las cosas que piensan. Por ejemplo, si tengo un conflicto con alguien, se lo digo. Lo veo mucho más positivo a la larga que no callarte las cosas y explotar en un momento dado. Es más auténtico decir lo que piensas. Eso lo hacíamos en la escuela y nos venía fenomenal. La sensación que tiene el público a lo mejor es diferente pero la sensación que tenemos nosotros o la que tienen nuestros alumnos es algo positivo. Les permite conocerse más, decirse las cosas que piensan, date cuenta que son chicos que van a estar tres meses juntos, y si no fuera así explotarían de otra manera.

Zan, Miguel, Eli, Yurena... ¿es normal que haya tantos lesionados?

Hay gente que ha ocultado sus problemas al entrar en la escuela y otros que no calientan, porque no tienen esa disciplina. Pero de todas formas es lo más común que se tengan lesiones. Más que lesiones son dolores. Muchas veces nos obsesionamos con las lesiones y vienen de los miedos. Tienes que enfrentarte a una cosa que te da mucho miedo y te lesionas. Los bailarines tenemos tantos dolores o cansancio que no nos levantaríamos de la cama, así que muchas veces hay que escuchar menos al cuerpo y hay que controlar mucho la mente para poder bailar. Bailar no es sólo un trabajo físico sino también mental y de fuerza de voluntad y de ansias de superación.

Quiero a Lola muchísimo, está haciendo un gran trabajo, unas coreografías maravillosas.

Lola parece siempre la más dura, pero en el fondo siempre tiene un abrazo o unas o palabras de ánimo. ¿Cómo es ella en la vida real?

En la vida real no es así, evidentemente, no es tan dura: ella tiene sus hijos, tiene su vida... Igualmente, mis padres eran de una manera dando la clase y luego son de otra manera en la vida real. Yo la quiero muchísimo, está haciendo un gran trabajo, unas coreografías maravillosas. Evidentemente, les exige una disciplina y un rigor y eso está muy bien, porque les va a servir para el día de mañana, pero también les da cariño. Yo estoy encantado con Lola.

¿Y a ti? ¿Te cuesta regañar?

No, no te creas, para nada. Cuando tengo que decir algo malo, lo digo y si me tengo que cabrear, me cabreo, menudo carácter tengo, no soy ninguna mosquita muerta.

¿Se hubieras presentado a un reality como este?

Sí, en un momento dado, sí me hubiera gustado, pero no por saltar a la fama, sino por demostrar que soy puedo ser el mejor. Pero a mí la fama nunca me ha llamado la atención. La danza es un arte pero también tiene un lado competitivo, se hacen muchos concurso de danza y a los bailarines nos gusta competir.

¿Para quién bailarías un baile privado? ¿Para quién no bailarías nunca?

Bailaría para Angelina Jolie, y no bailaría nunca para Bush.

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