La acusada de matar a un bebé se defiende y dice que el niño "era uno más en la familia"

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Mercedes R.A., la acusada de asesinar a un bebé en la guardería ilegal que regentaba, ha defendido que "jamás" le maltrató durante la última sesión del juicio por esta causa, en la que las acusaciones han vuelto a pedir para esta vecina de El Ejido (Almería)
entre 18 y veinte años de prisión. Con un "nunca jamás le maltraté porque en mi casa era como uno más de la familia" pronunciado entre sollozos, la acusada ha ejercido su
derecho a la última palabra ante el juzgado que deberá dirimir mañana si es autora de un delito de asesinato contra el pequeño de catorce meses, cometido el 3 de diciembre de 1996.

La fiscal, que ha tenido que admitir que su

acusación se fundamenta ante todo en indicios, ha pedido al jurado que haga un esfuerzo para dar respuestas a la muerte del bebé, que se produjo a su juicio producto de una "
agresión física deliberada cuyos motivos desconozco". Las versiones dispares que ofreció la acusada sobre lo ocurrido, hasta seis, así como la actitud "de esconderse" de los médicos y de la madre del bebé, con quien
le unía una gran amistad, sostendrían la hipótesis de un asesinato frente a una caída accidental.

Falta de pruebas

La fiscal ha desacreditado además el informe forense alternativo encargado por la defensa, que sugirió que el niño presentaba una malformación congénita que le produjo la muerte, además de achacar la sección de la vena cava que acabó con su vida a un error médico. "Quiero pruebas, no negligencias médicas sacadas de una chistera", ha dicho antes de defender que el niño murió en los quirófanos del hospital de Torrecárdenas tras haber recibido en la guardería de la acusada un golpe ascendente a la altura del abdomen, probablemente una patada.

En el mismo sentido ha conformado su alegato la letrada de la madre del fallecido, quien ha tildado de "estúpida" por su "desprecio" a la verdad la hipótesis de que el bebé, al que cree víctima de un maltrato continuado por parte de Mercedes R.A., pereció por su malformación, como creen los peritos de la defensa. Frente a esta versión, esta abogada ha recordado que una quincena de personas entre facultativos y forenses han coincidido durante el juicio en afirmar que las lesiones internas que presentaba el niño aquel 3 de diciembre, esencialmente la sección de la vena cava, se debieron a un fuerte golpe.

El por qué no se detectaron restos de ese impacto en el cuerpo del niño, el dónde se produjo esa agresión, el cómo o, ante todo, el por qué la cuidadora del pequeño desde los cuatro meses pudo golpearle de tal modo han sido las principales cuestiones que han quedado sin respuesta durante la vista, tal y como ha subrayado durante la exposición de su informe el letrado de la defensa. El abogado defensor, que reclama un veredicto de inculpabilidad, ha pedido sin resultado la disolución del jurado por falta de pruebas de cargo contra su patrocinada.

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