Gwyneth Paltrow no pasa por un buen momento: ella y su marido, Chris Martin, están tratando de salvar su matrimonio, que atraviesa un momento turbulento.

La actriz y el líder del grupo Coldplay permanecen actualmente “encerrados” en su casa de Londres “ocupados en arreglar las cosas”,  afirma la web neoyorquina NYDailyNews , aunque la actriz no ha querido que la información trascienda a los medios, asegurando que su matrimonio “está perfectamente”, algo que contradicen fuentes cercanas.

Paltrow se lo está tomando tan en serio que incluso no va a acudir a algunos eventos que tenía planeados, como el Food Bank Lunchbox Auction, al que solía acudir cada año junto con un viejo amigo, Mario Batali. Al parecer, quiere permanecer en Londres todas las vacaciones de Navidad para "hablar del asunto detenidamente".

Algunos rumores apuntan a que parte de la culpa de esta crisis podría ser responsabilidad de una de las mejores amigas de la actriz, la cantante Madonna, con la que Gwyneth entabló una gran amistad desde que se mudó a Londres, donde también residía la cantante junto con su ahora ex-marido, el cineasta Guy Ritchie.

Un amigo cercano a Paltrow afirmó: “Gwyneth tiene la “fiebre Madonna”. Es espeluznante, Gwyneth actúa con normalidad hasta que aparece Madonna: Gwyneth pasa todo el tiempo restante con ella, hablando con ella… incluso Madonna le ha presentado a todos sus amigos. Ahora en vez de querer ir a ver algún concierto de Chris [Martin], prefiere salir con los compañeros de Madonna, como Alex Rodríguez o Ingrid Casares”.

Por su parte, el representante de la actriz ha dicho que todos esos rumores de una “influencia negativa por parte de Madonna” son “tonterías”.

Martin y Paltrow tienen dos hijos en común, Apple, que nació en Londres en mayo del 2004, y Moses Bruce Anthony, nacido en abril del 2006.