Se denomina floggers -una nueva categoría de tribu urbana, hipertrofia del usuario de Fotolog- a aquellos jóvenes, "populares", que llegan a ganar dinero -en Argentina hasta 4000 pesos (unos 900 euros)- publicando sus fotos con famosos, acudiendo a las pasarelas o a fiestas en discotecas de moda.

En este país sudamericano, la industria del espectáculo parece estar haciéndoles hueco significativo. "No es que los chicos deseen trabajar de esto toda la vida. Ven más la fantasía de ser famosos, de viajar, de salir del ordenador", dice Mariana Albornof, coordinadora de Flogger Party, una de las dos empresas que se ha volcado en este lucrativo negocio.

Para el médico psiquiatra de niños y adolescentes, José Sahovaler, el problema no son los floggers sino la sociedad: "Hoy ser famoso no es ser creativo, tampoco inteligente. Los chicos tienen una manera de pensar más visual y la sociedad tiene una lógica dominante: ganar dinero y enseñar a todos que la mejor forma es a través de la imagen".

En Argentina, algunos de estos populares floggers han saltado del anonimato del ordenador a las pasarelas. Un ejemplo es el de la joven de 17 años Agustina Vivero, una de las flogger más conocida, que es modelo de una marca de ropa deportiva, informa el diario Clarín.