La denuncia fue formulada en 2007 por el juez español Juez del Olmo, instructor del juicio del 11-M, y tramitada en Marruecos a través del magistrado de enlace en Rabat, Ángel Llorante. Un fiscal marroquí asumió la causa que ha llevado a sentarse en el banquillo este jueves a Abdelilá Hriz, acusado de "constitución de banda criminal para cometer actos terroristas" y de "complicidad en la destrucción de infraestructuras de transporte mediante explosivos", según relata El País.

La pista que condujo hacia Hriz fue una coincidencia con un rastro de ADN hallado en la casa de Chinchón donde se prepararon las bombas. Además, su ADN también se correspondía con un pelo encontrado en el piso de Leganés donde siete terroristas se suicidaron en abril de 2004. Fue detenido en enero de 2008.

Hriz reside en Kenitra pero antes vivió legalmente en Santa Coloma, Barcelona, hasta un año después del 11-M, después fue a Siria y se sospecha que estuvo en Irak antes de volver a su país.

El juicio de este marroquí de 31 años, al que asistirá como observador un fiscal de la Audiencia Nacional, es un hito en la cooperación entre España y Marruecos, ya que éste país no extradita a sus ciudadanos. Sin embargo, por primera vez, va a juzgar a un nacional por delitos cometidos en el extranjero.

Podría ser penado hasta con la muerte.