La seguridad en la región está ya en manos de las empresas privadas

  • Hay tantos efectivos como Policía Local, Nacional y Guardia Civil junta.
  • Y cada año el sector crece un 20%
  • En Madrid hay 27.000 vigilantes trabajando.

Dar un paso sin toparse con un vigilante de seguridad es cada vez más difícil en la región. En Madrid trabajan 27.000 de estos profesionales (160.000 en todo el país), no sólo en empresas privadas (centros comerciales, joyerías, bancos...), sino también en todo tipo de lugares públicos: desde Metro y Cercanías hasta Juzgados y otros edificios oficiales.

Su cifra supera ya a la de policías nacionales, municipales y guardias civiles juntos (26.000) y va en aumento.

La crisis parece no hacer mella en el sector, que no para de crecer. Según datos de la Federación de Actividades Diversas de CC OO, en el año 2000 la seguridad privada empleaba en Madrid a menos de 12.000 personas. Hoy son 27.000, y cada año se incorporan a sus filas entre un 20% y un 25% más.

Además de los 27.000 profesionales que cumplen con lo establecido en la Ley de Seguridad Privada (han efectuado el curso preceptivo de formación de 180 horas y aprobado el examen de la Dirección General de la Policía), fuentes del sector estiman que hay hasta 10.000 empleados «piratas»: van también de uniforme, pero no cuentan con el título oficial.

Entre unos y otros superan con creces en número a los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado. Fuentes de la Policía Nacional cifran en menos de 10.000 a los policías que realizan servicios ciudadanos en Madrid, y la Asociación Unificada de la Guardia Civil habla de 5.000 efectivos entre los destinados en Barajas, en Tráfico y en los seis puestos operativos de El Escorial, Getafe, Aranjuez, Alcalá, Colmenar y Majadahonda.

A ellos se suman los 11.000 policías locales que, según el Colectivo Profesional de la Policía Municipal, trabajan en la región.

Hasta en la OTAN

En la región hay unas 2.000 empresas dedicadas a este lucrativo negocio. Para ellas, Madrid es un filón por su gran concentración de edificios públicos, donde la presencia de vigilantes es cada vez mayor.

El Banco de España, la base de la OTAN, la división militar acorazada de Brunete, las delegaciones de Hacienda, los juzgados y la Audiencia Nacional son algunos de los sitios donde trabajan.

«La capital mueve mucha seguridad privada», contaron a 20 minutos fuentes del sector, del que forman parte también los escoltas (vigilantes con un curso de especialización de 60 horas), de los que entre 800 y 1.000 trabajan en la capital en tareas de protección a joyeros, directivos o famosos.

Para el Movimiento contra la Intolerancia es «alarmante» el crecimiento del sector por «las dimensiones que está adquiriendo». Pero los sindicatos policiales consideran su función necesaria, porque cubren huecos para los que las fuerzas del orden público «no dan abasto».

Su labor de refuerzo parece asumida por la propia Administración: el Ministerio del Interior trabaja en una modificación de la Ley de Seguridad Privada que, entre otros objetivos, mejorará la coordinación entre sus efectivos y los vigilantes privados.

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