Ana Wurtzburguer, ciudadana neoyorkina viuda de 64 años de edad, ha demandado a Kentucky Fried Chicken (KFC), la cadena de pollo frito con más fama en el país. La mujer, insatisfecha con el producto reclama 20 millones de dólares a la empresa por vender productos diferentes a los que anuncia.

"Llegué a casa y dije: '¿Dónde está el pollo'?, pensé que iba a tener para un par de comidas", manifestó Wurtzburguer al comprobar que el recipiente de 20 dólares que anuncia KFC no está tan lleno como dicen en sus anucios publicitarios. "Dicen que alimenta a toda la familia, están mostrando un cubo rebosante de pollo pero es publicidad falsa. En realidad está por la mitad", declaró la residente en Hudson Valley.

Wurtzburguer, en cuanto llegó a su casa, llamó rápidamente a la cadena de pollo para quejarse del producto. Anna les explicó que el pollo apenas ocupaba la mitad del recipiente y además, "eran piezas pequeñas". La compañí le explicó que si el pollo sobresalía del cubo en el anuncio era precisamente porque pretendían "que el público pudiera ver el pollo del interior".

No conforme con las explicaciones, a partir de ahí comenzó su recorrido legal. Contrató a un abogado y presentó una demanda exigiendo a KFC cambiar su publicidad. Además, por los 20 dólares que gastó reclama 20 millones por daños y perjuicios. Sin embargo, la mujer, de momento, ha tenido que conformarse con dos cheques regalo que la empresa le envió como mea culpa.