Pequeños empresarios, pero también grandes. Trabajadores por cuenta ajena, pero también autónomos. La crisis nos afecta a todos.

José Antonio Fernández, un leonés de 51 años que reside en Valencia, asegura que la crisis española le afecta "y mucho", entre otras cosas, porque "es mucho más fuerte que la de cualquier otro país de los 27".

Su problema es que un negocio que a priori parecía redondo se ha convertido en la peor de sus pesadillas: "En 2.004, un amigo y yo compramos un local comercial por 900.000 euros porque, según los entendidos en el tema, tan pronto como se moviera esa zona, se revalorizaría y ganaríamos un dinero".

Además, un tiempo después, supieron que el nuevo estadio del Valencia C.F. se construiría (ya está casi terminado) justo en frente de su local, lo que alimentó su optimismo. Pero nada más lejos de la realidad.

"Ahora mismo nos cuesta más de un millón de euros y no hay forma de venderlo, aunque sea sin ganar nada, y eso que está en la misma entrada principal al estadio. Dentro de poco vamos a tener que perder más de 150.000 euros cada uno porque ya no podemos continuar pagando las cuotas", asegura.

Pero este negocio no es su único quebradero de cabeza. José Antonio tiene también una asesoría fiscal, laboral y contable que "ahora mismo está ocasionando pérdidas".

"He tenido que despedir ya a dos personas; de cinco que éramos, quedamos dos", concluye.