Gallardón dejó de inspeccionar los bares un mes antes de que muriera Álvaro Ussía

  • El Ayuntamiento ha cerrado tres salas más.
  • Ha puesto a Dink y a Azca en el punto de mira.
  • Las patrullas policiales para controlar locales pasaron de 25 a sólo cinco debido a la fuerte crisis económica.
Puerta de la sala Dink
Puerta de la sala Dink
Puerta de la sala Dink

Al Ayuntamiento de Madrid le han entrado las prisas por cerrar bares y discotecas ilegales después del supuesto homicidio de Álvaro Ussía en el Balcón de Rosales. Sin embargo, el control de los locales de ocio había dejado de ser una prioridad para Gallardón.

Un mes antes del crimen de Rosales, el Ayuntamiento había recortado las patrullas dedicadas a inspeccionar bares hasta dejarlas en un papel meramente testimonial. "La campaña de inspecciones se redujo al mínimo por el agujero económico del Ayuntamiento; hace un mes dejaron de dedicar dinero para extras", según denuncia José María Hernández, portavoz de UGT en la Policía Municipal.

Antes del plan de austeridad municipal (para ahorrar dinero frente a la crisis), en las noches de fin de semana había 25 patrullas en toda la capital dedicadas exclusivamente a inspeccionar locales.

Estos efectivos revisaban su documentación para comprobar si tenían la licencia en regla y vigilaban que cumplieran con la Ley de Espectáculos. Los distritos con más ocio nocturno (Centro, Chamberí, Moncloa y Tetuán) tenían dos parejas, y los 17 restantes eran recorridos por una patrulla.

Sin embargo, tras el recorte de horas extra a la Policía, que adelantó 20 minutos este lunes, ese personal exclusivo para controlar los bares de copas "se redujo hasta un 80%", según Hernández. Esa reducción supone que en el momento en que se produjo el supuesto homicidio de Álvaro sólo inspeccionaban los locales 5 parejas de agentes.

Los propietarios de discotecas confirman el recorte de inspecciones. "La Policía últimamente brilla por su ausencia, antes pasaban más a menudo", advierte José Caldés, secretario de Empresarios por la Calidad del Ocio (ECO) y dueño de la sala Cats (Chamberí). La Concejalía de Seguridad rechazó explicar los motivos de esta disminución de efectivos.

Mientras, Gallardón continúa cerrando locales "a golpe de impulsos, con precipitación", critica el empresario. Tras la clausura de cuatro discotecas el pasado viernes, ayer le tocó el turno a otras tres . Por la mañana, el Ayuntamiento precintó Randal, una discoteca de salsa en Ferraz (Moncloa), que tenía licencia de bar pero actuaba como discoteca.

También se echó el cierre de Top Ghat, un local con espectáculos de streptease en Cuzco (Tetuán) sin permiso de funcionamiento. Por la tarde, Medio Ambiente clausuró Drimagos , en la calle Fuentesaúco (Latina), por superar el nivel de ruido permitido.

"Ahora les entran las prisas por cerrar discotecas que acumulaban años de expedientes", apunta Hernández. "Los concejales no se lo piensan. Cierran los locales donde hay una mínima duda para que no les salte el escándalo en las manos, como ha ocurrido en Moncloa", explica el también policía Roberto Gómez, de CC OO.

Ruidos, alcohol y horario

En los próximos días habrá más ceses de actividad de bares. La Policía y los hosteleros no dudan de que la sala Dink, en la calle Amaniel (Centro) será una de las siguientes. Acumula al menos 234 denuncias por superar el horario permitido y molestias por ruido al vecindario.

Las discotecas cercanas a Azca (calle Orense y avenida Brasil) también están amenazadas. "Son conflictivas y acumulan muchas denuncias", según fuentes policiales. En esas salas se vende y consume droga "sin que los responsables traten de evitarlo".

En la calle Luchana (Chamberí) apuntan a salas que incumplen los horarios, como Warhol. En Tetuán, New Garamond ejerce sin licencia.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento