Nuevo vertido de aguas fecales al río Pisuerga por las obras del colector

Restos del vertido de aguas fecales al río Pisuerga.
Restos del vertido de aguas fecales al río Pisuerga.
PABLO ELÍAS
Restos del vertido de aguas fecales al río Pisuerga.

Un nuevo vertido de aguas fecales mancha el río Pisuerga a la altura de la Rosaleda, entre los puentes de Poniente e Isabel La Católica.

Los restos se vierten al río por un aliviadero que hay en la zona, el mismo que ya rebosó a mediados de julio y que provocó la apertura de un expediente sancionador por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Este expediente está en la actualidad en

fase de alegaciones, según informó ayer este organismo.

En la zona se ejecuta la obra del nuevo colector, que recogerá las aguas fecales de media ciudad para llevarlas hasta la depuradora del Camino Viejo de Simancas.

De forma provisional, hasta que termine la obra, funcionan dos bombas para trasladar las aguas fecales de una a otra tubería.

Sin embargo, las bombas no dan abasto cuando llega materia demasiado sólida, se obstruyen, rebosan y la mierda sale al río, según explicaron ayer fuentes del Ayuntamiento, desde donde precisaron que hasta que no esté acabada la obra -su conclusión está prevista para final de año- puede volver a pasar en cualquier momento.

La situación es menos molesta que en verano, salvo por el olor. Luis Ángel Largo, de Amigos del Pisuerga, aseguró que ahora hay menos piragüistas en el río, «en julio, si se caían al agua, podían coger cualquier cosa».

«No queda otra que aguantar y esperar a que acaben las obras, técnicamente no se puede hacer más según nos ha dicho el Ayuntamiento».

De momento, los técnicos de la Confederación tomarán nuevas muestras de los restos y comprobarán si se ha incumplido la autorización de vertido.

Una gran tubería junto al Pisuerga

El colector, una gran tubería que recogerá los desechos de media ciudad -desde el Campo Grande hacia el norte-, comienza en la calle La Rábida y se une en el paseo Zorrilla a la parte del colector que ya está bajo tierra.

En su parte más baja tiene 1,5 metros de diámetro. La canalización acabará con los problemas de rebosamiento de aguas sucias en zonas de la Rondilla y erradicará los vertidos de aguas residuales al Pisuerga.

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