Los vigilantes de seguridad de Cercanías han detectado en los últimos meses un aumento de agresiones recibidas por parte de grafiteros cada vez más violentos así como la presencia de grupos de jóvenes que lanzan adoquines a trenes en marcha desde puentes y altercados de tribus urbanas en los convoyes.
Las líneas ‘calientes' , tal y como adelantó 20 minutos el pasado 3 de noviembre, son la C-4 (Parla- Atocha), C-5 (Humanes y Móstoles-El Soto-Atocha) y C-8 (Cercedilla y El Escorial-Atocha), al igual que los intercambiadores de Príncipe Pío, Chamartín, Moncloa, Legazpi, Avenida de América y Atocha.
Los dos ramales de la C-5, especialmente en Villaverde Alto, Zarzaquemada y Puente Alcocer, son frecuentados por grupos de pandilleros, en algunos casos armados con cuchillos. Las estaciones de Getafe Centro, Las Margaritas y Parla, en la C-4, también tienen presencia de grupos violentos, algunos de ellos suramericanos. En la C-8, son los skin heads los que predominan, procedentes de la Sierra.
"Otros puntos ‘calientes' son el entorno de La Cubierta de Leganés. "Entran a bandadas grupos que destrozan todo lo que pillan y amenazan a los conductores", ha indicado Rafael Saldaña, responsable de seguridad privada de UGT.
Los vigilantes destacan también que desde que el Ayuntamiento de Madrid incrementó las sanciones a los grafiteros, éstos se han vuelto más agresivos con tal de evadir a los guardias.
Respecto a arrojar piedras y adoquines a los trenes, es en Villaverde y Orcasitas donde se han detectado estas prácticas que provocan retrasos y daños en los vagones.
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