Las reyertas nocturnas ya no son patrimonio exclusivo de novios celosos o de arranques de 'virilidad'. Según el último balance de Cruz Roja, el número de chicas agredidas se ha duplicado en tan sólo un año, y son las jóvenes las que ya están detrás de cuatro de cada diez agresiones, la mayoría de ellas en los alrededores del Orzán.

Estos datos traen consigo otra realidad alarmante: el perfil de agresora ya está entre los 18 y los 20 años, cuando en 2007 «era muy raro que bajaran de la franja de los 20 a los 26», según Antoñeta Regueiro, coordinadora de Socorros y Emergencias de Cruz Roja.

Este descenso en la edad de las jóvenes envueltas en peleas –la organización ha trasladado a 96 agredidos en lo que va de año– también está relacionado con el inicio en el consumo de alcohol, que el Plan Nacional de Drogas (PND) cifra en los 13 años. «Salen antes y empiezan a beber antes», resume Regueiro.

Diferente metabolismo

Las jóvenes, además, no comen tanto como los chicos y, por tanto, son más vulnerables a los efectos del alcohol, explican en Cruz Roja. Aunque en lo que se refiere a intoxicaciones etílicas, la organización no ha detectado, por el momento, un aumento de casos protagonizados por coruñesas.

Mientras tanto, los hosteleros –en el Orzán hay un centenar de pubs– aseguran que «no hay inseguridad en la zona», ya que el refuerzo policial ha sido «considerable» en los últimos meses. «En una misma noche llegamos a contar más de treinta patrullas», asegura el presidente de la agrupación provincial de hosteleros, Héctor Cañete.

Las actuaciones del 092, además, han llevado a que el pasado mes cinco locales de la zona hayan sido precintados por incumplir las ordenanzas municipales de ruido. Decenas de ellos se encuentran ahora apercibidos de sanción.

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