Los vecinos de la calle Retablo de Alcorcón se despertaron ayer de la siesta con el sonido de las ambulancias. Un hombre de 74 años, Carlos D. M., había asfixiado presuntamente a su mujer, Hortensia M. P., de 72, en el domicilio que ambos compartían en el municipio alcorconero. Llevaban más de 47 años casados y, tras un tiempo separados, él había vuelto hace un año.

Fueron dos hijos del matrimonio los que encontraron el cadáver de su madre, quien, según dijeron fuentes policiales a 20 minutos, "llevaba tiempo muerta, dos días, y con síntomas de haber sido asfixiada".

Los familiares se alarmaron porque durante varios días llamaron a la vivienda y nadie les cogía el teléfono. Ayer decidieron ir a la casa a la hora de comer para comprobar que sus padres estaban bien y cuando llegaron vieron a su padre en el salón, mientras la madre yacía muerta en el dormitorio.

"Él siempre decía que le molestaban sus lloros", dijo ayer a Efe uno de los hijos. "Cuando le preguntamos por qué lo había hecho, contestó que ‘había que hacerlo'".

La Policía detuvo al presunto homicida en su domicilio. El presunto agresor, al parecer, "tenía problemas mentales", según fuentes cercanas a la investigación. Hortensia había denunciado en dos ocasiones a su marido, la última vez en enero, pero las retiró "por cariño y miedo y porque la justicia va muy lenta y tenía que seguir viviendo con él", dijo uno de sus hijos.