Javier Bardem ya ha empezado a rodar
Biutiful, dirigida por
Alejandro González Iñárritu, pero el primer día de trabajo
no fue tranquilo: tocaba grabar una escena que reproducía una misa gitana en memoria de tres niños muertos. Para la escena fueron contratados, como figurantes, una cincuentena de actores, todos pertenecientes a la étnia gitana.
Como los actores no estaban de acuerdo con la cantidad de dinero que se les iba a pagar
se rebelaron, exigiendo más. "¿Hay o no hay trato?", decía uno de ellos indignado. Finalmente los figurantes lograron cobrar más.
Por otro lado, el director de la película quiso ir a comprobar una de las localizaciones, y tras más de diez horas de rodaje el actor Javier Bardem abandonó la iglesia donde se rodaba y se marchó a toda velocidad en un coche. Una vez más, y al igual que en el rodaje de
Vicky Cristina Barcelona, los equipos de seguridad
impidieron el trabajo de la prensa.
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