El realizador español Jaime Camino explicó en una entrevista en Montpellier, donde es homenajeado por el Festival de Cine Mediterráneo, que

hay pocos espectadores en el cine español y mucho menos interesados en los asuntos tratados en sus películas, reconoció el realizador.

Ahora los espectadores, los jóvenes, van a ver películas "(norte)americanas

y para retrasados mentales". Hay un mercado más amplio de televisión e Internet, de consumo fácil.

Por ello, consideró que el cine que han hecho los de su generación "

tendrá que cambiar de temática y de estilo".

A pesar de todo, Camino todavía descubre cosas interesantes que ver como espectador, especialmente del cine europeo y del asiático, además de algún filme norteamericano o inglés.

"Los propios norteamericanos que quieren hacer un cine distinto y más libre no están contentos.

No cuentan con buena distribución", dijo el español, que puso el ejemplo de Woody Allen, que tiene mucho más éxito en Europa que en Estados Unidos.

Camino asegura que

no volverá a dirigir películas, tan sólo pequeños proyectos personales en los que dará su opinión sobre los asuntos más diversos, pero ya no sobre la Guerra, uno de los que más ha tratado en el cine. El director considera que abrir ahora las fosas comunes y tratar de identificar a los muertos es un trabajo "ímprobo" e "innecesario".

Camino diferencia entre la Ley de Memoria Histórica, "necesaria", y la investigación ordenada por el juez Baltasar Garzón sobre los muertos y desaparecidos en la Guerra Civil española y el franquismo.

"En este momento

no por desenterrar a los muertos se va a saber mejor quién mató a quién", afirmó el realizador catalán, que ha dedicado la mitad de su filmografía a hablar de la Guerra Civil y a mostrar los testimonios de los que la sufrieron en primera persona.

Camino recordó que durante la preparación de su documental

Los niños de Rusia (2001) los ancianos en los que esos menores se habían convertido no mostraron un interés especial en buscar a sus familiares perdidos.

"

No los vi con una actitud reivindicativa", señaló el realizador, que recordó que en su mayoría estas personas se fueron a Rusia mientras sus padres eran asesinados en España durante la Guerra y casi todos "eran o son antifranquistas".