El corte del pasado jueves dejó sin agua a más de 50.000 vecinos de Santutxu y Begoña. Pero, aunque no todos los cortes de agua afectan a tanta población, los bilbaínos llevan soportando cortes periódicos en el servicio de abastecimiento durante todo el año.

Y para tratar de molestar lo menos posible a los vecinos, el Ayuntamiento bilbaíno ha decidido delimitar los cortes de agua programados a tres días a la semana, a los martes, miércoles y jueves. "Lógicamente, las averías no se pueden prever», explican fuentes municipales.

Los responsables de la subárea de Aguas tienen razones para circunscribir los cortes de agua a sólo tres días. La ciudad se encuentra inmersa en la renovación de las redes que transportan el agua potable, 1.100 kilómetros de tuberías repartidas por toda la ciudad, lo que obliga a dejar sin agua a los vecinos de forma constante.

En lo que llevamos de año, ya ha habido 92 cortes, uno cada tres días, o lo que es igual, dos cortes y medio a la semana. Las molestias a los vecinos, por tanto, son más que constantes y los responsables municipales han decidido eliminar de los días con cortes de agua los lunes y los viernes, además de los sábados y los domingos.

"Muchos bilbaínos llegan el domingo de pasar fuera el fin de semana y si les cortan el agua el lunes, igual no han tenido tiempo de recoger agua de reserva", explican. Hay excepciones, no obstante, y determinados cortes, previo aviso, se llevan a cabo en festivos vacaciones para afectar a la menor población posible.

Se han duplicado

Con los viernes sucede algo similar."No es el día más apropiado para dejar sin agua a un vecindario", dicen. La decisión se ha tomado ante el importante aumento de cortes de agua en la ciudad. Hace dos años, se contabilizaron 45 cortes de agua en doce meses –uno cada ocho días– menos de la mitad de los que llevamos este año.

La renovación de la red de abastecimiento también tiene su traducción a pie de calle, además de dentro de las casas. Los bilbaínos tienen que sortear las numerosas zanjas abiertas para meter las nuevas tuberías. Este año, se están sustituyendo entre ocho y diez kilómetros de tuberías.

Un nuevo sistema de entubado, no obstante, evita en ocasiones abrir zanjas en las aceras y calzadas.

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