Los voluntarios de la perrera de Barcelona comprueban a diario cómo los animales deben vivir en jaulas «pequeñas» en unas instalaciones masificadas esperando las adopciones que no llegan. Por este motivo, exigen la creación urgente del prometido centro de animales abandonados.

Decenas de miembros de la Associació d'Amics i Voluntaris de la Gossera de Barcelona y de la entidad AnimaNaturalis, se concentraron ayer en la Plaça Sant Jaume, una semana después de encontrarse con la quinta teniente de alcalde del Ajuntament, Imma Mayol, «que no concretó la fecha de apertura del nuevo centro».

Así lo explicaba ayer la secretaria de la asociación de voluntarios, Sara Parrilla, una de las 15 voluntarias que colaboran a diario en la perrera paseando a los animales, entre otras tareas. Fuentes municipales aclararon que actualmente «se está trabajando para encontrar los terrenos dónde ubicar el centro», que abarcará 17.000 m2.

Los voluntarios denuncian que, dada la masificación (ya son unos 170 animales), perros de grandes dimensiones deben vivir en jaulas de 1,50 por 1,15 metros y que sólo salen de ellas unos 30 minutos al día. Critican que no se admitan más voluntarios en el centro.

Desde la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) matizan que las instalaciones están dirigidas por veterinarios que velan por la salud de los animales y hacen una llamada a adoptar. Añaden que «la mayoría de perreras estatales no sacan a pasear a los animales», elogiando la tarea de los voluntarios.