La nueva ordenanza municipal de playas y calas de Alicante contempla multar con hasta 750 euros al bañista que se tome una cerveza u otra bebida alcohólica en la arena.

Según establece la normativa, que todavía no ha sido aprobada de forma definitiva, el consumo de bebidas alcohólicas en los litorales se restringe y sólo "se prevé en lugares autorizados, como chiringuitos. También se restringe su venta y suministro".

El objetivo de esta prohibición es "evitar la proliferación de consumo indiscriminado y no controlado por menores de edad, basuras y desperdicios", así como evitar males mayores, "como pudiera ser botellas rotas que pudiesen producir lesiones a personas".

Prohibidos los masajistas orientales

La norma también limita la labor del personal de otras nacionalidades (orientales, sobre todo) que ofrece servicios de masajes en el Postiguet o San Juan "sin la debida titulación que los acredite", por lo que, "para evitar el intrusismo se requerirá autorización municipal".

La Concejalía de Sanidad y Playas dio ayer cuenta a la Junta Local de Gobierno de la desestimación de varias alegaciones contra la ordenanza que un particular ha presentado. Entre ellas, una que solicitaba que la Policía no multara por beber una cerveza fuera del chiringuito.

No será esta la única prohibición. La nueva ordenanza también contempla limitar jugar a la pelota o a las paletas si molestan a los usuarios en las playas, así como el uso de aparatos sonoros o instrumentos musicales también si molestan, miccionar o defecar dentro del agua o en la arena o la venta ambulante.

Todas ellas se consideran faltas leves y se podrán sancionar con hasta 750 euros.

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