Corren malos tiempos hasta para separarse. La falta de liquidez y el miedo a quedarse sin ingresos provoca que las parejas decidan posponer su separación. «El número de divorcios ha bajado hasta un 30% en Granada», según Juan Antonio Maldonado, responsable del despacho de abogados Maldonado Castillo y Asociados.

«Hay problemas para vender la vivienda, la gente vive con préstamos y a veces en vez de dividir patrimonio repartimos deudas», afirma Eloisa Navarrete, del bufete Hispacolem.

La situación económica de las parejas hace, según Navarrete, que la labor de los abogados se complique «porque se piden cosas que el cónyuge no puede asumir o se dan cuentan que la hipoteca es imposible de mantener...»

Todos estos problemas hacen que tres de cada diez matrimonios de los que intentan romper legalmente su unión no tengan más remedio que seguir aguantándose aunque realmente hagan vidas separadas. «La gente se da cuenta cuando se sienta a hacer números que no pueden mantener dos casas y desisten, más ahora con la crisis y el paro», señala Maldonado.

«También los hay que durante un tiempo viven juntos en la misma casa, hasta que consiguen el dinero para romper la unión o el juez dictamina a favor de uno de ellos», apunta Navarrete.

«Las condiciones -advierte la abogada- suelen ser duras y pocos eligen este camino, pero sí que estamos viendo algunos casos».

Las separaciones se complican cuando hay niños. Las pensiones alimenticias y la regulación de visitas suele ser uno de los temas más peliagudos entre los matrimonios. «La crisis también ha influido en este tipo de aspectos. En España no hay un baremo fijo para establecer pensiones y sí que estamos notando que los jueces ya no son tan duros y están bajando las cuotas», afirma Navarrete.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE GRANADA