¿Ha notado el jet lag?

Pensaba que no me iba a afectar, pero sí que lo he notado bastante. Me voy durmiendo por las esquinas, en el autobús...

¿Está nervioso por ser el abanderado?

Por ahora, no. Cuando esté en el callejón esperando para salir con la bandera, seguro que sí. Siento un nerviosismo dulce y agradable.

¿Ha practicado?

No, pero mis compañeros me dan una escoba y me hacen desfilar con ella por los pasillos.

¿Va a salir con perro-guía en la ceremonia de inauguración?

Lo intentaré, aunque no sea con mi perrita, Ximena, que no ha podido venir a Pekín conmigo.

¿Por qué?

Porque son muchas horas en avión. Es una perrita muy sociable y alegre. Seguro que ahora estará pensando en mí, igual que yo en ella. Somos casi inseparables.

En competición, ¿cómo sabe cuándo tiene que lanzar el peso o el discos?

Igual que cualquier atleta no discapacitado. Sólo necesito que mi guía, Cecilia, que es además mi mujer, me coloque en el lugar apropiado y yo hago el lanzamiento. Lo más difícil es mantener el equilibrio, pero sé cuándo he hecho un buen lanzamiento.

¿Va a por los dos oros?

Quiero tocar chapa en peso y disco. Luego ya veremos de qué color es.

¿Cuánto lanza?

En peso, tengo el récord del mundo, con 15,51 metros (la plusmarca mundial de un atleta no paralímpico pertenece al estadounidense Randy Barnes: 23,12 m). Y en disco, lanzo 42,89 m (el récord mundial de un atleta no paralímpico pertenece a Jürgen Schult, de la extinta República Democrática Alemana, con 74,08 m).

¿Se entrena con atletas no discapacitados?

En mi grupo de entrenamiento, la mayoría son atletas no discapacitados para romper tabúes y promover la integración.

¿Le decepcionó la actuación de Mario Pestano en la final de disco en Pekín'08, en la que fue noveno?

Todos podemos fallar, pero quizá se encoge un poco en las grandes competiciones por los nervios y la tensión. Le conozco personalmente y es un gran deportista y una gran persona. Antes de venir para Pekín, me mandó un sms y me deseó suerte.

¿A qué edad se quedó ciego y por qué?

Con 27 años sufrí una retinopatía diabética. Trabajaba en una importante empresa de control de calidad de Valencia y me detectaron unas manchas en los ojos. En apenas un mes, me quedé ciego.

Fue un shock, sobre todo, porque es como si me hubieran quitado el caramelo. Es muy duro haber visto y luego dejar de ver. Antes, yo compraba el cupón de la ONCE a la salida del trabajo y, ahora, los vendo.

¿Cómo les están tratanto en Pekín?

De maravilla. En la villa olímpica todo está muy accesible. Se te cae un papel y, antes de que toque el suelo, ya lo ha recogido un chino. En la ciudad, todo es mucho más complicado.

¿Tendrá tiempo para hacer un poco de turismo?

Iré al mercado de la seda y también quiero pisar la Ciudad Prohibida y la Muralla China.

En España, ¿hay más barreras arquitectónicas o mentales?

De los dos tipos. Los atletas paralímpicos sólo pedimos que nos traten igual que a cualquier atleta olímpico.

BIO

Nacido en Valencia (15-02-1972) trabajaba en una importante empresa de control de calidad cuando se quedó ciego por una retinopatía diabética a los 27 años. Es el actual campeón de Europa y del mundo en lanzamiento de peso y disco.