Ermanno Olmi, el gran realizador de El árbol de los zuecos (uno de los filmes más famosos y reivindicativos de los años setenta) se despide del cine de ficción con esta película –presentada en el Festival de Valladolid– de tono documental y naturalista, características que ha mantenido en toda su obra.

Se detiene Olmi en las orillas del Po para contar una historia de gentes sencillas: campesinos en la vida real captados con amor y humanismo que se niegan a abandonar sus viejas costumbres y casas ribereñas y un profesor universitario, en crisis de fe, que trata de llevar el ejemplo y el mensaje de Cristo –el del pueblo, no el de las sacristías– a aquel lugar en el que pronto caerá la piqueta del progresismo inmobiliario. La lentitud de las imágenes sobre el río, la tenue organización social volcada a su fluir y la reflexión que conlleva todo ello son alegatos de Olmi contra la modernidad.

Su película, antigua por vocación, se mide por otros parámetros –no se sabe si más aburridos o menos neuróticos- distintos a la habitual parafernalia de efectos digitales y violencia que nos sirven.

Italia, 2007 / Dir.: Ermanno Olmi / Int.: Raz Degan, Luna Bendandi / Estreno previsto: 12 de septiembre