Michael Phelps ha logrado la mañana del 16 de agosto de 2008 ponerse a la altura de Mark Spitz. El nadador de Baltimore sumó hoy su séptima medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Esta vez, Phelps se llevó el triunfo en los 100 mariposa, la prueba más difícil de todas y la que más le costó. Fue una carrera única, en la que el norteamericano llegó a los 50 metros muy retrasado, remontando después de una forma inolvidable para aventajar al croata Cavic en sólo una milésima de segundo, impresionante.

Esta vez, se quedó sin récord mundial, pues paró el crono en 50.58, plusmarca olímpica, eso sí.

Mañana, el mejor nadador del planeta tendrá la oportunidad de subir un escalón más para quedarse sólo en el Olimpo: nada los 4x100 estilos, en busca de una octava medalla de oro que, por cierto, tiene el alcance de la mano, pues el equipo norteamericano no tiene rival.

Phelps comenzó su gran reto hace una semana y desde entonces, ha sumado medallas de oro en los 400 estilos, relevos 4x100 libres, 200 metros libres, 200 mariposa, relevos 4x200, 200 estilos y 100 mariposa. La última muesca puede quedar marcada mañana.

La mañana en el Cubo dejó además varias noticias destacadas, a la sombra de Phelps: 19 años después, el récord mundial de Janet Evans en los 800 metros fue batido. Lo consiguió la británica Rebecca Adlington, con 8:14.10.

Además, en la prueba de la velocidad pura, los 50 metros, el brasileño Cesar Cielo batió a Bernard y Sullivan, los grandes favoritos.