Además, las tropas rusas serán retiradas a la línea que existía antes del estallido del conflicto, aunque podrán tomar medidas de seguridad adicionales hasta la creación de los correspondientes mecanismos internacionales. Asimismo, se dará comienzo a un debate internacional para decidir el futuro estatus de las separatistas Osetia del Sur y Abjasia y determinar la vía de garantizar su seguridad.

Durante la rueda de prensa, Sarkozy señaló que el líder ruso le había asegurado que su país "no tiene el propósito" de permanecer en territorio de Georgia. "Hemos acordado respetar la soberanía de Georgia. Es un país independiente", declaró el líder galo. No obstante, su colega ruso recalcó que "los pacificadores rusos cumplirán y seguirán cumpliendo sus funciones en el Cáucaso".

Rusia considera inaceptables las críticas de la OTAN

"Son un factor clave de la seguridad en el Cáucaso. Así ha sido y así será", aseveró. A su vez, Sarkozy, respondiendo a la pregunta de si la Unión Europea (UE) está dispuesta a participar en misiones de paz en la zona, dijo: "Estamos listos. Por supuesto". El líder ruso volvió a insistir en que la idea de llevar a los tribunales al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili.

El representante permanente de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogózin, consideró "inaceptables" las críticas vertidas por la Alianza Atlántica sobre la intervención rusa en Georgia. En una rueda de prensa, Rogózin aseguró que si la OTAN cree que Rusia ha hecho un uso excesivo de la fuerza en Georgia se podría recordar a la organización sus actuaciones en Afganistán y en Yugoslavia.

El embajador ruso aseguró que va a insistir para que se celebre en las próximas horas un consejo extraordinario OTAN-Rusia en el que Moscú pueda dar su versión de los hechos.