Si cuando aproximas tu boca al pene el olor te echa para atrás, no te comportes
Hay una actitud intermedia. Deja lo que estés haciendo, sugiere que hace mucho calor -aunque no lo haga- e invítale a ducharse contigo. Una vez bajo el agua, jugando, lávale bien lo que luego vas a tener en tu boca. Ya limpita volvemos a esa zona que se llama cresta coronal y que es donde se une el glande a su tallo.
Extremadamente sensible
Es extremadamente sensible. Lámelo poquito a poco con suavidad. ¡Pero ni se te ocurra sacar los dientes! Es lo que más teme el pene, que desde el principio de los tiempos ha aprendido lo que pueden hacer unos dientes y su vista le desanima y le hace meterse en su concha como un caracol.
También puedes tomar la cresta poniendo el dedo índice y el corazón en el frenillo y el pulgar en la zona superior, si haces presión podrás hacer penetración aunque la erección sea completa.
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