Los médicos aprenden a comunicar malas noticias en un curso de la UNIA

  • Un galeno señaló que necesitan "mejores herramientas" para hacerlo.
  • Se les eñseña a pensar en el receptor y llegar al corazón de la gente.
  • El mensaje debe ser "para una edad mental de un niño de 14 años".
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Interior de un hospital
Interior de un hospital
Interior de un hospital
El doctor Miguel Ángel De Frutos Sanz, del hospital Carlos Haya de Málaga, afirmó hoy en la sede iberoamericana de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en La Rábida, que "
comunicar malas noticias es una necesidad que se presenta a diario " porque "lamentablemente no todos los tratamientos son efectivos", por lo que
"hay que tener mejores herramientas comunicativas" para minimizar "los efectos DE los diagnósticos negativos en los pacientes y sus familias".

En rueda de prensa, el médico, junto al director del curso 'Habilidades de comunicación en la práctica médica', Manuel Alonso Gil; el periodista de Corporación Multimedia Antonio José Molero Hermosilla y la estudiante de enfermería Noemí Repilado Alonso, coincidió en que una de las estrategias fundamentales es "dar a cada cual la información que debe o quiere recibir", porque, según afirmó De Frutos Sanz, "cada persona tiene unas expectativas, que son las que condicionan que su vida se trunque".

Nunca hay que decir a un paciente terminal lo que no quiere oír
Como apunte importante, destacó que "nunca hay que decir a un paciente terminal lo que no quiere oír", algo que reconoció que es
"difícil de percibir", pero que es lo que diferencia a los buenos comunicadores de los malos. De hecho arguyó que es esencial un buen comunicador para que las personas no pierdan la confianza con el médico.

Molero Hermosilla definió desde la perspectiva periodística tres fundamentos para la comunicación de malas noticias, y destacó en primer lugar la importancia de "pensar en el receptor" y adecuar la noticia para que le llegue de manera más sencilla teniendo en cuenta sus características. En este punto afirmó que siempre se debe adaptar el mensaje "para una edad mental propia de un niño de 14 años".

Comunicarse con el paciente es complicado y los médicos se sientes impotentes
En segundo lugar habló del valor de saber cómo construir el mensaje, y explicó que
"hay que llegar a la cabeza de la gente a través del corazón", adaptando, nuevamente, el mensaje a su destinatario. La última idea presentada, fue la necesidad de tener en cuenta los aspectos formales, el contexto en el que se comunica una mala noticia.

Desde la perspectiva del estudiante, la alumna de 3º de enfermería Noemí Repilado Alonso destacó del curso que "es de gran interés para los estudiantes sanitarios" en el sentido de que "es una formación que las universidades no tienen en cuenta" y añadió también que "comunicarse con el paciente es complicado y los médicos se sienten impotentes e indefensos ante las reacciones de los familiares y los pacientes", con lo que destacó que es imprescindible "aprender habilidades para comunicar mejor".

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