Dos funcionarios de la cárcel de Palma están en prisión acusados por el juez de dirigir dos mafias que facilitaban alcohol, móviles y drogas a los presos Vip.

Así, los internos con mayor porder adquisitivo pagaban 1.500 euros a los funcionarios supestamente corruptos para tener un móvil o 300 euros para disfrutar de un buen vodka, según El País.

El whisky iba escondido en un termo azul. Un juez lo considera probado por lo que mandó a las celdas a los supuestos cabecillas de los funcionarios corruptos que hasta ahora las custodiaban.

Cinco funcionarios y seis presos fueron detenidos el 16 de julio por querer imponer su ley en la cárcel.

Los pinchazos telefónicos desvelaron filtraciones de asuntos turbios e intentos de ventas de exclusivas a medios sensacionalistas.

Uno de los implicados es el médico de la cárcel -en libertad- acusado de manipular los análisis de orina para que los internos se beneficiaran de permisos de salida.