Los usuarios de los Jardines de Paula Montal, un interior de manzana del Eixample, están acostumbrados ya a esquivar y controlar el ir y venir de las ratas.

Desde hace años soportan la presencia de roedores, pero últimamente son más.

«Ayer vi una rata entre esos matorrales y anteayer dos más que cruzaron el parque corriendo» explicaba un niño de seis años, Oriol, que, encaramado en un tobogán, añadía que «a las niñas les da miedo».

Su abuelo, Vicenç Torrens, confirmaba que en las últimas semanas los vecinos habían podido ver más ejemplares. «Van por las cloacas y llevan enfermedades, es mejor no dejarlas proliferar», apuntaba.

La Agència de Salut Pública ya ha tomado nota y esta semana ha iniciado un análisis de la zona para determinar los focos y madrigueras de los roedores. Aseguran que será necesaria una «actuación sostenida» para eliminar la plaga.