500 alicantinos al año se quitan la ansiedad y los vicios con hipnosis

  • Los pacientes van en aumento, pues es más rápida que la psicoterapia.
  • Se tratan muchos casos de nervios, dolores y fobias.
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Cada año, unos 500 alicantinos se acercan a las consultas de los hipnoterapeutas (especialistas en hipnosis) para curar males de lo más variados: desde
ansiedad y dolores nerviosos hasta miedo a los botones y adicciones al tabaco o cocaína.

Así, el vicepresidente de la Sociedad de Hipnoterapia Clínica , Ángel Mateo, asegura que las patologías más corrientes que suelen curar son «en un 60% la ansiedad, un 10% depresiones y un 5% adicciones (tabaco, drogas...)». El resto acude para tratarse trastornos alimenticios o fobias de todo tipo.

Mateo ha tratado también a personas con fobia a los botones (toda su ropa era de cremalleras), a las estatuas de la calle o a los petardos. E incluso a un tenor al que, por los nervios, se le llenaba la garganta de pus y no podía cantar hasta que se curaba.

Respecto al tabaco, en un 83% de los casos logran que el paciente «deje de fumar utilizando la aversión, y haciéndole recordar por qué empezó », dice Mateo. No tiene efectos secundarios y «lo peor que puede pasar, es que no pase nada», asegura.

Por su parte, el hipnoterapeuta alicantino Ángel Mollá ratifica que la hipnosis es muy útil también en el control de peso para «reforzar la voluntad y seguir más estrictamente la dieta».

Sin embargo, durante una sesión de hipnosis el paciente no hace todo lo que quiere el terapeuta: «Si por ejemplo dices al paciente que se tire por la ventana, se despertará y te dirá que no». La voz en esta técnica tiene un gran poder sobre el enfermo e incluso «es capaz de ralentizar los latidos del corazón».

También enfermedades físicas

Ángel Mollá trata a muchos pacientes con dolores psicosomáticos, crónicos o como consecuencia de una operación. Mollá logró curar a una señora con un dolor sin origen aparente. La señora «vino a la consulta cojeando y salió corriendo», cuenta. Antonio, de 45 años, acude a hipnosis para tratar la ansiedad que le generan los negocios. «Cuando voy a la sesión puedo dejar las pastillas para dormir por una temporada. Fui antes a psicólogos y psiquiatras, que no me dieron soluciones. Ahora, gracias a una dieta y la hipnosis, los nervios no me hacen vomitar».

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