El G-8 termina este miércoles su cumbre anual, celebrada en Hokkaido Toyako (Japón). Esta cumbre ha sido la más multitudinaria desde 1975 pues ha acogido, además de a los líderes de las ocho economías más fuertes del mundo (EE UU, Japón, el Reino Unido, Alemania, Rusia, Francia, Canadá e Italia), a los mandatarios de siete economías avanzadas y siete naciones pobres. En total, 22 estados representados.
A la espera de las conclusiones oficiales, estos han sido los temas fundamentales de la cumbre:
- Cambio climático. El G-8 llegó a un "importante acuerdo" sobre el cambio climático. A pesar de que partían desde posiciones diferentes los Ocho comparten la necesidad de reducir en un 50% las emisiones de CO2 a la atmósfera en el año 2050. De este modo acordaron fijar objetivos nacionales de recorte de emisiones de CO2 a medio plazo, en alusión a 2020, aunque no se ha tomado ninguna medida concreta. Según algunos expertos, los efectos de estas medidas no se notarán hasta el 2200, en 192 años.
- El desarrollo de África. La primera jornada estuvo dedicada este objetivo gracias al interés japonés en avanzar en las metas de la ONU para este continente para 2015. En este sentido acordaron doblar la ayuda al continente para 2010 y anunciaron 100 millones de dólares para la compra de mosquiteros tratados con insecticida y un aumento de los trabajadores sanitarios en el continente. Sin embargo, el protagonismo se lo llevó la polémica que levantaron las declaraciones públicas de Francia y EE UU en las que discrepaban de abrir las puertas a economías emergentes como China.
- Sanciones de Zimbaue. Los mandatarios expresaron su preocupación por la situación en Zimbabue y afirmaron su rechazo a que las autoridades de ese país "siguieran adelante con la elección presidencial pese a la ausencia de condiciones apropiadas para un voto libre e imparcial como resultado de su violencia sistemática, obstrucción e intimidación". Anunciaron medidas financieras contra"los individuos responsables de la violencia" electoral pero no precisaron qué tipo de medidas. La declaración se quedó "corta" en relación a lo que pedía EE UU.
- Programas nucleares de Corea del Norte e Irán. El G8 expresó su preocupación por los riesgos que para la proliferación nuclear representa el programa atómico iraní. En este mismo sentido, mostraron su satisfacción por la entrega -"aunque con mucho retraso"- de la declaración de las actividades nucleares norcoreanas hace quince días.
- El precio del petróleo. Los Ocho demostraron su preocupación por el precio del crudo y sus consecuencias económicas. Por ello, a las naciones productoras de petróleo y a las consumidoras que "dialoguen" para rebajar el precio del crudo.
- La crisis alimentaria. Las economías más poderosas del mundo trataron el hambre en el mundo con las emergentes y lo celebraron con una cena criticada por muchas organizaciones por ser demasiado "opípara": 19 platos preparados por grandes chef de la cocina internacional.
Una cumbre "productiva"
Por su parte, Geoge W. Bush , presidente de EE UU, aseguró que la cumbre ha logrado "progresos significativos" para la colaboración mundial en la lucha contra el calentamiento global.
En una declaración a la prensa antes de emprender viaje de regreso a Washington, Bush consideró que la cumbre fue "muy productiva" porque "las principales economías del mundo deben sentarse a la mesa, y eso es lo que hemos logrado".
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