A pesar de que los empresarios y la administración dicen que «son totalmente seguras», miles de madrileños que viven cerca de una gasolinera pierden el sueño por el temor de que pueda haber un accidente en cualquier momento.

Gasolinera "pegada" a un colegio

La enésima de estas gasolineras será la que se proyecta en la avda. de la Peseta «pegada» a un colegio, denuncian los vecinos de Carabanchel Alto. «Además del peligro que supone, aumentará el tráfico en una zona llena de niños», cuenta Mónica, una madre afectada que ayer, junto a un centenar de vecinos, se manifestaba en la parcela donde se instalará la gasolinera.

Critican también que los aviones de Cuatro Vientos, situado a 800 m, «pasarán por encima» y además ya «hay cinco gasolineras en la zona».

Fuentes de Repsol, a quien pertenece la estación de servicio, aseguraron ayer que «no hay ninguna ley que prohíba instalar gasolineras cerca de colegios. Además, la de Carabanchel tiene los sistemas de seguridad más modernos». Consisten en tanques de doble pared, soterrados y con sensores que detectan fugas y las neutralizan, así como «un dispositivo de crisis con el Ayuntamiento y Bomberos en caso de accidentes».