La Policía se lleva a un hombre que visitó a una amiga y no se calló en 30 horas

  • El hombre le estuvo contando sus problemas personales.
  • Durante su estancia en casa de su amiga no paró de beber.
  • La mujer llamó primero a una ambulancia, que se negó a llevárselo.
Dicen que quien tiene un amigo un tesoro... pero no es eso lo que debe pensar la mujer alemana que este sábado tuvo que llamar desesperada a los servicios de emergencia para que la rescataran de una de sus amistades.

Cuando la anfitriona abrió la puerta a su amigo no esperaba que éste, animado por la ingesta de alcohol, le estuviese contando sus problemas personales durante más de 30 horas.

A medida que hablaba, el hombre seguía bebiendo, con lo cual cada vez estaba más borracho, pero eso no impedía que continuase hablando.

Desesperada, la mujer optó por marcar el número de emergencias.

"Tras unas increíbles 30 horas de charla y varios intentos fallidos de que la visita se fuera, el pasado sábado, a la mujer no se le ocurrió nada más que llamar a una ambulancia", explicó este martes un portavoz de la policía de la localidad de Speyer, al oeste de Alemania.

Sin embargo, los servicios sanitarios se negaron a llevarse al amigo, por lo que la sufrida mujer

acabó telefoneando a la Policía. Los agentes se llevaron al pesado amigo y lo dejaron en su domicilio.
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