Ahora, Titanic the Exhibition, en Tarragona, invita a los visitantes a embarcarse en un viaje hacia el pasado, hacia la fecha fatídica en la que el barco emprendió su primera y última travesía.

Allí, a través de cuidadas recreaciones, es posible recorrer los corredores que conducen a los camarotes de primera o segunda clase, o las nueve espléndidas cubiertas del barco. Pero el principal logro de la exposición es haber recopilado

Así, pueden encontrarse desde piezas de la vajilla original destinada a los almuerzos de los pasajeros de primera hasta un trozo de carbón de más de 2 kilos de peso de la sala de calderas número 1, la que estuvo hasta el último momento funcionando y en la que murieron todos sus trabajadores.

Algunos de los tesoros de la exposición narran, además, un trocito de la vida del pasaje, "la historia real", según los organizadores. Entre estos figuran, por ejemplo, la lista original de pasajeros, aprobada y certificada por la White Star Line el 31 de mayo de 1912; las dos cartas originales escritas por su primer oficial, William Murdoch; la lista original de los cuerpos recuperados, zapatos, medallones, libros, cartas, planos, fotografías, telegramas o billetes de embarque.

Titanic the exhibition es una de las exposiciones itinerantes más visitada del mundo.