"Es la imprevisibilidad hecha político". Así de rotundos son algunos expertos respecto a la victoria de Jair Bolsonaro en las presidenciales de Brasil. El triunfo de este exmilitar ha levantado la expectación del tablero internacional, toda vez que se ha visto inmerso en polémicas por su rechazo, por ejemplo, a los homosexuales o a las personas de raza negra.

Eso sí, su programa se ha centrado en prometer reformas a nivel nacional, por lo que el resto de países mantienen la incertidumbre sobre cómo actuará de puertas para fuera.

"Pasa lo mismo que pasó con Trump, no se sabe cuál será su comportamiento", explica a 20minutos Rogelio Nuñez, profesor del Instituto Universitario en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá. "Bolsonaro ha pasado de ser un nacionalista y estatista en sus inicios en política a convertirse en neoliberal", avisa.

A pesar de esto, lanza un mensaje de tranquilidad al resto de países: "Es una persona que apuesta por el liberalismo, por lo que las inversiones extranjeras no tienen nada que temer". A ese nivel, la UE ha mantenido una postura discreta, y se ha limitado a pedir a Bolsonaro que trabaje "por la democracia" en Brasil. Uno de los temas que mayor cercanía podría traer entre la Unión Europea y Brasil en los próximos meses es el acuerdo sobre Mercosur.

Sobre esto habla también Ana Ayuso, investigadora del CIDOB: "No será una prioridad para Bolsonaro, pero tampoco podrá impedimentos en un potencial acuerdo".

"No es una amenaza para España", sentencia Nuñez. Pero hay que reconocer que Bolsonaro "está en las antípodas del Gobierno español", cuenta Ayuso. De ahí que se entienda la reacción de Pedro Sánchez sobre el nuevo presidente brasileño, cuya victoria consideró que no es "una buena noticia" para el PSOE.

Para Carlos Malamud, del Real Instituto Elcano, las relaciones entre España y Brasil no van a cambiar "salvo que el Gobierno de Bolsonaro incurra, por ejemplo, en violanciones de derechos humanos". Malamud considera que lo correcto sería esperar "a los nombramientos de ministros" para aclarar su política exterior.

En este sentido, Nuñez apunta a que el nuevo presidente brasileño "intentará reforzar las relaciones tanto con Estados Unidos como con Israel". Precisamente el presidente Donald Trump fue uno de los primeros en felicitarle y se comprometió para trabajar con él en materia "comercial y militar". Asimismo, el Ejecutivo norteamericano celebró "el nacionalismo y el populismo" promulgado por Jair Bolsonaro.

Por otra parte, también Nicolás Maduro ha felicitado a los brasileños y ha pedido al nuevo presidente "retomar las relaciones diplomáticas de respeto" entre ambos países.

El hecho de que el Gobierno de Trump se posicione al lado del nuevo orden instalado en Brasil convierte a Bolsonaro en un líder incómodo. Para Rogelio Nuñez se trata de "un apesatdo" entre el centro izquierda y un "incómodo compañero de viaje" para el centro derecha. "Está claro que en el entorno de la derecha no genera ni mucho menos la misma simpatía que despertaba por ejemplo Macri cuando ganó en Argentina", revela el profesor.

La principal incógnita de Bolsonaro es saber si va a moderar su discurso una vez que asuma el poder. "La relación con la UE y en concreto con España será tensa o no en función de cómo evolucionen sus políticas. Ahora mismo podemos decir que es una incógnita", esgrime Ana Ayuso, quien añade que, por el momento, "primará el pragmatismo". No se trata de que Bruselas sea indiferente a lo que pasa en Brasil, pero sí se mantiene "expectante".

Para los expertos, en Brasil "se ha votado más en contra del PT que a favor de Bolsonaro" y por tanto, en palabras de Nuñez, uno de los retos que tiene el nuevo presidente por delante es "recuperar el liderazgo internacional que el país ha ido perdiendo en los últimos tiempos". En cambio, esta es una tarea "muy complicada de conseguir, al menos en el corto o medio plazo", desvela el profesor.

Así, Jair Bolsonaro y su victoria en Brasil han despertado, por un lado, la celebración de líderes como Matteo Salvini o Donald Trump, más cercanos a sus ideas, pero también muchas dudas tanto en España como en la Unión Europea a nivel general.