«El fútbol es un juego de once contra once en el que siempre ganan los alemanes». La famosa frase del ex internacional inglés de los años 80 y delantero del Barcelona, Gary Lineker, es la definición que más se aproxima al papel que históricamente ha jugado Alemania en el panorama mundial y al que ha sido fiel en esta Eurocopa.

La tricampeona de Europa (1972, 1980, 1996) mantiene intactas sus señas de identidad: es muy competitiva y lucha hasta el final. Aunque con un pero: su calidad dista mucho de la de otras épocas. A su enorme disciplina y orden en el juego ya no le acompaña el talento que tuvieron con Beckenbauer, Müller y compañía.

«Alemania nunca se rinde», destacó tras el triunfo (3-2) ante una Turquía que fue mejor, su seleccionador, Joachim Löw. Alemania ha ido a más en el torneo. Se estrenó con una victoria fácil (2-0) ante Polonia y luego cayó (2-1) ante Croacia. Cumplió (1-0) ante Austria para pasar a cuartos, donde hizo su mejor partido del campeonato (3-2) ante Portugal.

Los hombres clave de Alemania:

BALLACK. El capitán alemán es un referente para todos sus compañeros y siempre aparece en los momentos decisivos. Un gol suyo de falta ante Austria, clasificó a Alemania para cuartos, donde volvió a ejercer de goleador ante Portugal.

KLOSE. Aunque no ha brillado mucho en el torneo, el delantero marcó ante Portugal y Turquía.

PODOLSKI. Está siendo decisivo. Lleva tres goles en el campeonato y ante Portugal y Turquía dio dos pases de gol.

SCHWEINSTEIGER. Tras ser expulsado ante Croacia, ha marcado ante Portugal y Turquía.