El Museo del Prado ha confirmado la noticia: el famoso cuadro El Coloso, atribuido hasta hoy a Francisco de Goya, es en realidad obra de un discípulo suyo.

La institución ha presentado el informe sobre la autoría de esta pintura, realizada entre 1808 y 1812, y ha aventurado que la mano que la pintó era del único discípulo reconocido de Goya: Asensio Juliá. La obra será sacada del catalogo de Goya, aunque se quedará en el museo.Miguel Zugaza, director del Prado, afirmó que los resultados de las investigaciones técnicas en torno a esta obra, que aún están por concluir y que se publicarán en el Boletín del Museo a finales de este año, "cierran el capítulo sobre las evidencias de que esta pintura no es de Goya" y

Manuela Mena, jefa de Conservación de Pintura del siglo XVIII y de Goya, aludió hoy a cuestiones "estilísticas" para constatar que la obra "se aleja de Goya completamente". Argumentó así la existencia de "pinceladas dudosas", "incoherencias luminosas", "falta de precisión" y "trazos no acabados" para desvincularla del pintor aragonés. "En mi opinión, el cuadro es de otra mano a la de Goya", manifestó.