La elaboración de un censo de los campamentos gitanos es uno de los poderes especiales que el gabinete conservador de Silvio Berlusconi ha concedido a los delegados de gobiernos de las principales localidades, dentro de las medidas anunciadas por el Ejecutivo para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

Maroni explicó que, para poder llevar a cabo esta medida, se ha tenido que hacer una excepción a la ley sobre seguridad pública, que prohíbe tomar las huellas digitales a los menores.

Según Maroni, la identificación servirá además "para reconstruir las relaciones familiares, a veces poco claras, entre los gitanos" y "evitará la explotación de los menores para mendigar".

Las identificaciones, a cargo de la policía

El titular de Interior aseguró que estos censos no serán "una lista étnica", sino que se utilizarán como "garantía para la tutela de sus derechos y para dar mejores condiciones de vida a quienes tienen el derecho de estar en Italia".

Explicó que las fuerzas del orden que acudirán a los campamentos para realizar las identificaciones estarán acompañadas por personal de la Cruz Roja italiana y de los servicios sociales de los ayuntamientos.

Maroni puso el ejemplo de Roma, donde antes del otoño se censarán los cerca de 50 asentamientos de gitanos que existen en la capital y donde se cree viven 15.000 personas.

En Italia es obligatorio la toma de huellas digitales a todos los inmigrantes de países de fuera de la Unión Europea (UE) que pidan o renueven el permiso de residencia.