La capital gaditana vivió en la tarde noche de ayer sus particulares mini-fallas con la tradicional quema de juanillos, auténticas esculturas de cartón piedra emanadas del ingenio popular, y que este año no han olvidado entre sus motivos ni los temas televisivos, como los amoríos de Belén Esteban relatados en el programa de Ana Rosa; ni culturales, como la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812; ni críticos, como el asunto de las minifaldas de las enfermeras de San Rafael, o el polémico pájaro-jaula erigido por el Ayuntamiento como símbolo de la libertad de expresión en las Puertas de Tierra.

Para el concurso y la quema de juanillos 2008 se han inscrito un total de veinte participantes, 17 colectivos y tres elaborados por niños, una novedad introducida este año con el objetivo de fomentar la afición.

Los juanillos de adultos, ya sean colectivos o particulares, podrán optar a un primer, segundo y tercer premios dotados, respectivamente, de 600, 500 y 400 euros. Ingresos que vendrán muy bien al esfuerzo que, en su mayoría, asociaciones de vecinos y peñas, han realizado para mantener la tradición.

Los tres juanillos elaborados por niños serán merecedores todos de un obsequio y un diploma.

Y decimos serán porque el fallo del jurado y los tres ganadores del concurso 2008 no se conocerán públicamente hasta que no avance la mañana de hoy.

Las quemas estuvieron amenizadas por la agrupación musical Hermanos Cirineos y dotadas de todas las medidas de seguridad: un amplio despliegue en cada una de ellas del cuerpo de Bomberos y de Protección Civil, que acordonaron las zonas de cada juanillo con cinta de balizar, no permitieron más de un litro de combustible y en recipiente de plástico y vigilaron por que la antorcha utilizada para el encendido midiera el preceptivo metro y medio.

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