Un investigador con 150.000 cerebros

  • El CSIC presenta un proyecto de "ordenador ciudadano" capaz de reunir la capacidad de cálculo de los PC de miles de voluntarios.
  • El proyecto proporciona, gracias a las donaciones de los internautas, potencia de cálculo para diferentes investigaciones científicas.

La ciencia "ya no se puede dejar únicamente en manos de los científicos, los ciudadanos también somos parte implicada", afirmaba el viernes el secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez, en la presentación de Ibercivis. Un proyecto que permitirá a los internautas poner su ordenador a disposición de los investigadores, que podrán usar la capacidad de cálculo de los donada por los voluntarios para sus trabajos científicos.

Los usuarios de ordenadores personales no utilizan normalmente más del 0,1% de su potencia. Con lo que les sobra, pueden contribuir ahora a la búsqueda de fármacos contra el cáncer, el desarrollo de nuevas fuentes de energía o el estudio de nuevos materiales. Son algunos de los campos en los que trabajará el proyecto Ibercivis.

Con la tecnología desarrollada por el CSIC, hasta 150.000 ordenadores voluntarios podrían estar conectados al mismo tiempo y trabajar juntos gracias a esta iniciativa.

Antecedentes: 800.000 horas de cálculo científico

Todo aquel ciudadano que desee participar, poniendo a disposición de la investigación el potencial de su ordenador personal, debe entrar en www.ibercivis.es y seguir las instrucciones de registro que aparecen en la web.

A partir de ese momento, cada vez que el ciudadano encienda el ordenador le será enviado por la red un trabajo que será ejecutado con su ordenador, y cuando éste concluya será remitido de nuevo a la plataforma de Ibercivis, en donde será analizado por los investigadores; el proceso se repetirá siempre y cuando el ordenador esté encendido, y de acuerdo al tiempo que el ciudadano haya acordado dedicar al proyecto.

Ibervicis dispone de tres centros de operaciones desde donde los investigadores envían sus programas para que sean adaptados a la arquitectura informática utilizada, BOINC; desde Zaragoza, se envían los respectivos trabajos a los ciudadanos y desde sus ordenadores personales los resultados son remitidos al CIEMAT, en Madrid.

Esta iniciativa parte del éxito de una experiencia previa: el proyecto Zivis, creado en la Universidad de Zaragoza y el CIEMAT, que contó con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza. En él se pudieron computar casi 800.000 horas de cálculo científico gracias a la participación de los ciudadanos, 20 veces más de lo previsto en un principio para ejecutar los trabajos programados.

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