Condenan a doce años a un camarero que mató a un cliente con un cuchillo jamonero

  • Tendrá que pagar también una indemnización de 70.000 euros.
  • Le propinó dos puñaladas.
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La Audiencia de Toledo ha condenado a doce años de prisión por un delito de homicidio al
camarero dominicano Sócrates F.S., de 30 años, por
matar con un cuchillo jamonero a un cliente de un bar de El Casar de Escalona (Toledo) en noviembre de 2006.

Según la sentencia hecha pública hoy y que ha emitido el magistrado que presidió el jurado que le juzgó la semana pasada, también se le impone una indemnización de 70.000 euros para la madre del fallecido, Juan Carlos Rodríguez, colombiano de 34 años.

La condena que ahora se le ha impuesto es dos años inferior a la solicitada por el fiscal tras el veredicto del jurado, que le consideró culpable de homicidio por unanimidad de sus nueve miembros. Los hechos juzgados se iniciaron sobre las 23,45 horas del 6 de noviembre de 2006 en el bar La Churrería de El Casar de Escalona (Toledo), donde el inculpado trabajaba como camarero y que era propiedad de su tía.

En este establecimiento se encontraba la víctima con un amigo, Fernando.C.R., con el que comenzó a discutir por cuestiones que no se han concretado, golpeándose mutuamente, por lo que fueron recriminados por el acusado y por otros clientes que había en el céntrico bar para que se fueran.

Ante dicho requerimiento, la víctima reaccionó airadamente, enfrentándose al acusado y rompiendo diverso mobiliario del bar, situación ésta que motivo que el inculpado cogiese una espada que había detrás de la barra con la que intentó poner orden y amedrentar a la víctima, que trató de arrebatársela sin conseguirlo.

Dos puñaladas

En un momento dado y cuando la situación parecía calmarse, el camarero salió de la barra del bar con un cuchillo jamonero de unos veinticuatro centímetros de hoja y con la clara intención de acabar con su vida o aceptando dicha posibilidad le propinó dos puñaladas, una de las cuales le atravesó el pulmón derecho.

A consecuencia de estas puñaladas, Juan Carlos salió tambaleándose del bar llegando hasta la calle, donde se desplomó en el suelo falleciendo instantes después, sin que los servicios sanitarios de urgencia lograran reanimarle. Tras apuñalar al cliente, el procesado salió corriendo del bar y se dirigió al domicilio de su prima y durante el trayecto se desprendió del cuchillo, arrojándolo a la terraza de una vivienda próxima al lugar de los hechos, aunque poco después fue detenido por la Guardia Civil.

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