"Quieren que el Estado, es decir, todos nosotros, subvencionemos al poco previsor". La frase viene de un vídeo hecho por NegoPolis.tv en clave de humor que analiza la forma en que algunos sectores se comportan ante la llegada de una crisis económica. En él se critica que durante los momentos de bonanza económica muchos empresarios defiendan un liberalismo económico a ultranza, pero pidan la intervención del Estado cuando las cosas van mal.Los análisis sobre la situación económica de todo el mundo coinciden: la culpa de todo la tienen factores como el estallido de la burbuja inmobiliaria, el precio del crudo y su influencia en cada componente del mercado (transportes, producción, distribución...), la subida de los tipos de interés en la zona euro. Hay más claves, consecuencias y, sobre todo, perjudicados. Pero,

España vive en estos momentos un "cierre patronal", en palabras del secretario general de Comisiones Obreras, José María Fidalgo que afecta al transporte y al sector pesquero, pero al que podrían unirse otros colectivos, como los taxistas. Protestan por la subida del precio de los carburantes y piden al Gobierno subvenciones que les ayuden a pagarlas.

Transportistas, mileuristas y afectados

"¿Por qué no se van a protestar a las petroleras que son las que ponen el precio al carburante?", se cuestiona el autor de un blog entre los miles que estos días tratan el tema de los paros del transporte. En otro blog, hace más tiempo, también se criticaba que quienes perdieron sus ahorros en Afinsa y Fórum filatélico exigieran soluciones al Gobierno: "No son afectados, sólo son inversores que han perdido lo invertido".

¿Son asumibles peticiones así en un sistema capitalista como el nuestro? Según manifestó recientemente Francisco González, presidente del BBVA, no. El banquero consideró en una intervención pública que cada familia "tiene que ser realista sobre su situación económica y hacer los deberes" y "no pedir que toda la ayuda venga del Gobierno".

Consejos para ahorrar

Hay muchos sectores de población en nuestro país que viven una situación económica ajustada, pagando los mismo precios por el carburante que quienes protestan. Es el caso, por ejemplo, de los mileuristas: probablemente la generación más preparada, pero que ni tiene piso, ni coche, ni hijos, como recogía El País en un reportaje al respecto. En la misma línea se mueve un artículo en Soitu, titulado "Todos quieren teta, mi hipoteca también!".

De una forma u otra, lo mejor que se puede hacer en una situación de crisis como esta es volver a lo de "apretarse el cinturón", para lo que internet puede ofrecernos centenares de consejos e incluso recetas para mileuristas.