De ellos, más de la mitad (35.000) y según datos de la junta de portavoces de escuelas infantiles, se quedarán sin sitio en los centros públicos y tendrán que buscarse la vida en guarderías privadas cuyo precio oscila entre los 400 y 500 euros de media al mes, frente a los 220 euros como máximo de una de la red pública.

Aunque para el curso 2008-2009 se ofertarán 31.144 plazas, un 9,6% más que las 28.144 que hay ahora, el curso que viene se quedarán en la lista de espera 10.000 niños más que este año.

Este repunte de solicitudes se debe en primer lugar al aumento de población. Mientas que en 2001 nacían en la comunidad 59.754 niños, en 2006, últimos datos disponibles, hubo 71.941 nacimientos. En segundo lugar está el boca a boca. "Los padres cada vez valoran más que los niños vayan a una escuela infantil pública porque tienen mucha fama", explicó ayer Carmen Ferrero, de la junta de portavoces.

En tercer lugar está la incorporación de la mujer al mundo laboral. "Además de que son más económicas las familias ahora trabajan fuera de casa y tienen que recurrir a estos centros para dejar a sus pequeños", apunta Ferrero.

"Varios centros a la vez"

Ante esta lista de espera, la Comunidad se defiende arguyendo que "muchos de los padres piden varios centros a la vez con lo que los datos no son reales" aunque no quiso facilitar los suyos propios.

El plazo para formalizar la matrícula de los niños admitidos empieza mañana y durará hasta el 24 de junio. La no formalización de la matrícula se entenderá como renuncia a la plaza adjudicada.