La pista para su detención llegó mediante un cibercentinela, persona que suele navegar por Internet y que de forma voluntaria denuncia los espacios relacionados con la pornografía infantil. Señalaba que aparecía en un foro relacionado con la pedofília donde manifestaba abiertamente sus preferencias con los más pequeños.

A partir de este momento comienza la investigación. Se comienzan los contactos con él e iniciaron conversaciones a través del messenger. En las charlas que mantenía con D.C.O., éste reconocía que los fines de semana trabajaba como canguro de dos niños y detallaba cómo llevaba a cabo los abusos sexuales a los menores.

El supuesto pederasta envió fotografías en las que se veía a los niños semidesnudos, algunas de ellas con posturas obscenas. Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Policía Nacional e inmediatamente se inició una investigación "ante la evidente peligrosidad que suponía tener a este sujeto en libertad".

En unas de las últimas conversaciones que mantuvo vía messenger, el presunto pederasta aseguraba que tenía intención de hacer fotografías: "No lo he hecho antes porque mi cámara digital la comparto con mis padres".

Tras procederse al registro de su domicilio los agentes encontraron cerca de 10.000 fotografías de pornografía infantil. Se trataba del mismo material decomisado a Nanysex en 2005.