Un joven que quiere emanciparse en Aragón tiene que destinar el 65,7% de sus ingresos a pagar un piso, lo que supone un 7,25% más que en 2006. Con este gasto sólo puede aspirar a una vivienda de 45 metros cuadrados, según los últimos datos del Observatorio Joven de Vivienda, que se publicaron ayer y que corresponden al último trimestre de 2007.

Para poder independizarse dedicando el 30% de su salario, lo máximo que exigen muchas entidades financieras para dar una hipoteca, un joven debería cobrar más del doble de lo que cobra ahora. Es decir, un 118,86% más de su nómina habitual, hasta llegar a los 3.027 euros brutos al mes.

En el caso de las parejas jóvenes, el esfuerzo es menor. Juntos pueden comprar un piso de 78,6 metros cuadrados, en el que invierten un 38,1% de sus ingresos totales. Este esfuerzo se ha incrementado en un 1,8% en el último año.

Todo depende, sin embargo, de la edad de los compradores. Una pareja con edades comprendidas entre los 18 y 24 años como mucho puede adquirir una vivienda valorada en 122.525 euros. Si los jóvenes emparejados tienen entre 25 y 29 años, pueden comprar un piso de 131.543 euros. Entre los 30 y los 34 años podrían comprar un piso de 162.275 euros.

Esto influye directamente en la emancipación. El índice de los independizados entre 18 y 24 años ha descendido un 2,68% en el último año. Un 1,68% de los jóvenes de entre 25 y 29 años de edad se ha echado atrás a la hora de decidir si salía del hogar paterno. La tasa de jóvenes independizados se mantiene estable, un 46,2%.

Desde 2003, el porcentaje de sus ingresos que un joven dedica a la vivienda ha pasado del 40% al 65%. Para el presidente del Consejo Aragonés de la Juventud, Daniel Ezquerra, «es muy preocupante».

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